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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

"Es una derrota decepcionante"

Federer cae eliminado en el Open de Roma, para el que se había preparado especialmente, y Nadal vence tras ir al hospital por sus mareos

Roger Federer, el tenista número uno del mundo, suspende en estrategia. Su plan maestro ha fracasado. Y cuesta encontrar dónde está el fallo, en qué se ha equivocado, qué pieza hay que cambiar para que cumpla con su obsesión de volver a ganar torneos grandes sobre tierra, de vencer en Roland Garros y entrar en el panteón de los más grandes de siempre. Vestido de planificador con resabio, Federer había marcado en su calendario con rojo sangre el Open de Roma. Y a Roma se fue con la voluntad de un aprendiz casi una semana antes del inicio del torneo. Y en Roma se quedó entrenándose, esperando que dieran fruto sus "cuatro y cinco horas diarias" de trabajo para mejorar su juego sobre polvo de ladrillo. Y en Roma encontró arcilla seca; piso fino; casi a la altura del mar; una pista rápida vestida de rojo. Lo mejor para él. Un sueño. "Mi preparación ha sido más intensa [que nunca]. Prácticamente no he parado", dijo. Con tanto esfuerzo, se le esperaba en la final. No estará allí.

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Nadal no falla

Volandri, 53º del mundo, que juega en Roma invitado por la organización, le eliminó ayer en octavos ante la emoción de la grada. Retumbó un grito: "¡Filippo!, ¡Filippo!". Y perdió Federer (6-2 y 6-4).

Mucho antes de que el suizo cayera, antes de que Federer fuera Volandri -fallón, precipitado, lento de pies- y Volandri fuera Federer -preciso, incisivo, de tenis bello-, Nadal andaba metido en un Mercedes. El español hizo ayer una cosa que en él es antinatural. No se entrenó por la mañana. Sus buenas razones tenía: dolor abdominal y ligera irritación en el colon fue el diagnóstico con el que Nadal, número dos del mundo, salió del hospital al que había llegado en el coche de la organización.

Y tras su viaje, que había comenzado por la mañana con un mareo, y que fue un misterio, un asunto "desconocido" para los médicos del torneo, su partido ante el ruso Youzhny, resuelto con su 74ª victoria consecutiva sobre arcilla (6-2 y 6-2). "Ha sido un día complicado", dijo. "Me he encontrado muy bien y he jugado un partido perfecto", añadió.

Nadal, que se enfrentará a Djokovic en cuartos, acabó su partido de noche. Para entonces, Federer ya había explicado su derrota con unas reflexiones alicaídas, pasado el trago de ver a Volandri dando la vuelta a la pista como si fuera un torero. "Es decepcionante, pero no hay nada que pueda hacer", se limitó a decir. "Jugué bien en mi primer partido [ante Almagro] y normalmente juego mejor y mejor tras ese primer partido, aunque hoy [por ayer] ha sido lo opuesto. Sobre tierra tienes que ser sólido y yo no lo he sido. No sé si se puede decir que estaba jugando de una forma chocante, pero he hecho un montón de errores y he servido fatal, dándole [a Volandri] segundos servicios todo el rato. Me pasa a veces, pero normalmente paso de ronda. Volandri jugó bien".

Volandri, un tenista especializado en cadáveres ilustres -dejó llorando a Robredo cuando le ganó en la Copa Davis y Emilio Sánchez Vicario, capitán español, le abroncó- resumió su actuación con un punto más de excitación que Federer: "Ha sido el partido de mi vida. Empujé hasta el final. No me puedo pedir nada más a mi mismo", dijo. "Federer me ha regalado alguna cosa, pero yo he estado bravo y me he aprovechado". Federer ya no juega en Roma. Roland Garros empieza en dos semanas. Pocas veces habrá vivido el suizo una paradoja tan acusada: dice el calendario que París le queda muy cerca. Y dice su eliminación de ayer que quizás, quién sabe, también le quede muy lejos.

Octavos de final: T. Robredo-G. Simon (Fr.), 6-2 y 6-2. N. Davydenko (Rus.)-P. Starace (It.), 4-6, 6-2 y 7-5. F. Volandri (It.)-R. Federer (Sui.), 6-2 y 6-4. J. I. Chela (Arg.)-A. Roddick (EE UU), 6-0 y 6-4.

Federer, durante el partido que perdió ayer contra Volandri en el Open de Roma.
Federer, durante el partido que perdió ayer contra Volandri en el Open de Roma.ASSOCIATED PRESS

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