"He jugado encogido, quizás me hayan afectado problemas personales"
Hace un año, José Antonio Reyes (Utrera, 1983) perdió la titularidad en el Arsenal. Luego se quedó fuera de la selección. En el último mes con el Madrid ha jugado menos de 25 minutos. Contra el Sevilla, por primera vez en la temporada, Capello no le permitió disputar ni un minuto. La carrera de una de las apariciones más fulgurantes del fútbol español se encuentra en punto muerto. Él se siente un traidor de sí mismo. Ha tenido 1.600 minutos para demostrar su valor y le han podido las precauciones. Ahora, asegura que, si pudiera, se arriesgaría más. Cree que no es tarde.
Pregunta. Arsène Wenger dijo que le echa de menos.
Respuesta. Ya lo dije y no lo voy a repetir. Todos saben que no quiero volver al Arsenal. Pero me agrada que diga eso de mí un entrenador como Wenger. Me llena de orgullo.
"A lo mejor jugaba con más presión que cualquier compañero (...). Como vine cedido he sentido que debía evitar perder balones. Eso me ha retenido"
"Ahora que Beckham y Robinho están sancionados, contra el Espanyol espero una oportunidad. Espero que el sábado mi nombre esté entre los titulares"
P. ¿Prefiere el banquillo del Madrid antes que un lugar importante en el Arsenal?
R. Sólo es una racha que yo no quiero. Entrenándome y demostrando al míster que puedo jugar creo que tengo opciones de ser titular de nuevo. Ahora hay que reconocer que los compañeros lo están haciendo a un gran nivel.
P. ¿Pero no se dio cuenta de que cuando llegó era el favorito de Capello? ¿No vio que lo anteponía a Beckham por la derecha, y a Robinho por la izquierda?
R. Sí, al principio parecía que tenía una debilidad por mí. Creo que ahora será igual, pero David está jugando muy bien últimamente y Robinho también se lo merece.
P. Capello lo prefería a usted porque le ofrecía más desborde y más profundidad que nadie. ¿Por qué un jugador con sus condiciones no se atreve a encarar a sus rivales?
R. No lo sé. Es verdad que no lo intentaba. Jugaba un poco encogido. Pero bueno, quedan cinco partidos. Espero que el míster me dé una oportunidad para demostrarle a la gente que el Reyes que esperaban es el que va a acabar la Liga, y no el que han visto hasta ahora.
P. Ha jugado como si tuviera un esguince de tobillo. Recibía el balón y lo devolvía.
R. De verdad que no tenía nada malo. He pasado por algunos problemas que sólo yo y mi familia sabemos.
P. ¿Le afectaron los problemas personales?
R. A lo mejor, pero creo que en el campo se me olvidaba todo. Aunque a lo mejor inconscientemente me han afectado un poco. Pero no tiene nada que ver.
P. ¿Qué problemas son exactamente? ¿Es porque se meten con usted en la telebasura?
R. No tiene nada que ver.
P. ¿No siente que gente como Higuaín, que venía para jugar en el Castilla, o Beckham, que estaba apartado del equipo, le han ganado la partida?
R. Beckham y Robinho estaban antes que yo. Higuaín es el que está jugando en mi sitio.
P. Pero usted tiene más gol que Higuaín y más desborde que Beckham. Sin embargo, no juega.
R. El que pone el equipo es el míster. No puedo hacer nada.
P. ¿Por quién se quitaría para entrar?
R. Ahora que han sancionado a Beckham y a Robinho, contra el Espanyol espero que me den la oportunidad. Espero que el sábado mi nombre esté entre los once titulares.
P. Parece difícil porque desde hace un mes cuenta poco. En los últimos cuatro partidos de Liga ha jugado consecutivamente 13 minutos en Santander, seis contra el Valencia, tres en San Mamés, y ninguno contra el Sevilla. La última jornada fue la primera en la que Capello no le dio ni un solo minuto.
R. Me sorprendió cuando íbamos perdiendo y metió a un central
[Helguera] antes que a un punta o un media punta. Pero bueno, como salió la cosa bien no podemos decir nada. Lo importante es que ganó el equipo.
P. ¿Capello ha sido justo?
R. Pues no lo sé. A veces sí y a veces no. Justo con todos no puede ser.
P. Hace un par de meses dijo que el Madrid con Capello hacía un fútbol rácano, que era difícil que a los delanteros les llegaran balones, que se jugaba muy mal...
R. Antes sí, pero ahora tocamos más, llegamos más, y hacemos goles.
P. Tal vez Capello dejó de ponerlo porque se sintió ofendido con usted.
R. No lo sé. Yo lo dije sin maldad alguna. Jugábamos peor que el Barça, que el Sevilla, y que cualquier equipo. Y ahora no. Nada más.
P. ¿Por qué cree que Cesc se adaptó al Arsenal y usted no?
R. Pues no lo sé. El Niño se ha adaptado como si estuviera en su casa. Pero mira, Julio [Baptista] tampoco se adapta. A mí no me gustaba el clima, ni el idioma... Al Niño le gustaba todo eso.
P. Pero él se fue más joven que usted, y vivió solo. Mientras que usted se fue con su familia y su novia. ¿Sus padres lo presionaron para volver?
R. La familia está contenta donde yo sea feliz.
P. Hace un año perdió la titularidad en el Arsenal. Después dejó de ser importante en la selección. Ahora ya no juega en el Madrid. ¿No teme arruinar su carrera?
R. No, para nada. Por una temporada mala no puedes pensar eso. Al revés. Tienes que pensar que vas a dejar de jugar mal, que vas a volver... Si a los 23 años empiezas a pensar eso, mal vas.
P. Con 23 años debería estar como una moto.
R. Sí, pero por circunstancias no he estado como debería. Estos problemas me ayudarán a madurar. Todo lo que no te mata, te ayuda.
P. ¿Es consciente de que tiene más condiciones que la mayoría de sus compañeros en el Arsenal, en la selección y en el Madrid?
R. No miro eso. Es verdad que tengo condiciones pero tengo que aprovecharlas. Si no lo aprovecho no valen para nada. Pienso que puedo hacer muchísimo más con el balón en los pies: irme por velocidad, romper... Lo reconozco. Puedo hacer mucho más en el campo. Pero tengo que hacerlo.
P. ¿Le da miedo regatear?
R. Miedo no. Nunca he sentido miedo. Pero a lo mejor jugaba con más presión que cualquier compañero. Es lo único que me ha podido echar atrás.
P. ¿Presión, por qué? Tal vez el problema con Capello sea que echa muchas broncas a los regateadores cuando pierden balones, según cómo.
R. Bronca no me echa nadie. A lo mejor es la situación por la que paso. Como vine un año cedido he sentido que debía intentar hacer las cosas mejor y no perder balones. Eso me ha retenido. Por eso en este tramo final me quiero desquitar. Lo he pensado bien. Si me tengo que ir, me iré, pero jugaré haciendo mi fútbol, que al fin y al cabo es por lo que he venido. Nada más. Si juego, voy a encarar a los rivales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.