Candidatos que cambian de bando

No siempre las trayectorias políticas personales están vinculadas a unas mismas siglas. Una decena de aspirantes a alcalde en los comicios del próximo día 27 en Andalucía se han cambiado de bando y fueron ya aspirantes, algunos incluso alcaldes, con otras formaciones políticas.

El caso que bate récords es el de Juan Andrés Gil, que encabeza la candidatura de Tarifa por el PP, el tercer partido con el que lo hace, En 1999 se presentó con IU y se hizo con la alcaldía con sólo medio millar de votos. Cuatro años más tarde encabezó a Tarifa Agrupación Independiente Popular. Este recordman del cambio figuró ya en las listas del PSA en las primeras elecciones democráticas.

"La soledad y las dificultades que pasé siendo alcalde con un partido pequeño me han hecho pensar que, por el bien de Tarifa, el alcalde debe pertenecer a un partido fuerte y sólido que le relacione con las distintas administraciones", argumenta.

Juan Carlos Juárez, alcalde de La Línea, encabeza por segunda vez la lista del PP, pero en 1999 llegó a la alcaldía con el Grupo Independiente Liberal (GIL). La llegada de Juan Carlos Juárez a la alcaldía de La Línea se produjo tras las elecciones de 1999. El GIL (Grupo Independiente Liberal). Para Juárez, "el GIL tenía un concepto en un principio que, consideramos adecuados y por ello, nos presentamos bajo esas siglas, pero al poco tiempo vimos que no era lo que queríamos para nuestra ciudad y de manera unánime, todos los concejales consideramos pasar al PP porque sociológicamente éramos cercanos a esta formación".

Cristóbal Romero, de 48 años, llegó a la alcaldía de Trigueros (Huelva) hace cuatro años con el PA y ahora se presenta a la reelección por el PSOE. "Siempre he sido socialista y en mi pueblo lo saben", se defiende. En Huelva otros siete alcaldes que fueron elegidos por el PA se presentan por el PSOE. Romero fue militante socialista entre 1976 y 1987. En 2002 organizó su propia candidatura independiente a la que el PA acabó prestando las siglas.

Caso especial es el de Enrique Moya, que como candidato del PP en Benalmádena, se enfrenta como oposición al proyecto de Enrique Bolín, en el que ha estado 12 años y de quien ha sido hasta su fichaje por el PP primer teniente de alcalde. "Siempre he sido simpatizante y votante del PP, incluso he sido interventor en elecciones generales", se justifica, y asegura que el proyecto de Bolín está "caduco" porque en "ha dado la espalda al pueblo".

Cuenta Rosario Mateos que en su carrera le han puesto muchas zancadillas, sobre todo desde que en 2003 fue número uno del PP en Chiclana (Cádiz). "El PP aquí arrastra crisis desde hace tiempo y trata de derrocar a quien está arriba". Fue expulsada del partido, un juez ordenó el reingreso y luego ella se fue "por decisión propia y no cuando ellos querían". Ahora encabeza la candidatura del Centro Democrático Liberal.

También en Chiclana, Manuel Guerrero, que se define como el candidato social -impulsó colectivos contra la droga y a favor de enfermos de SIDA-, se presentó como independiente en la lista del PSA en 2003 y ahora encabeza la del PA. Entonces, contra pronóstico, logró dos concejales. Presume de haber sido expulsado del pleno por denunciar "la dictadura" del alcalde, del PSOE, y de hecho rompió con el PSA cuando éste pactó con el PSOE en la Diputación de Cádiz.

Juan José Jurado, empezó El mandato como portavoz del PP en Camas (Sevilla), aunque dice que nunca se sintió a gusto. "El PP buscaba el interés personal y yo, el general". Cuando estalló el caso Camas abandonó el PP y fundó el Partido Social Centrista (PSCE), con el que es candidato a la alcaldía. Lo define como un proyecto de "centro izquierda", con políticas sociales y progresistas. Se llevó a unos 200 afiliados del PP local (casi el 90%) y el partido reúne ya a alrededor de 450 militantes. Asegura que las encuestas le dan de tres a cuatro ediles. "Seremos la llave del gobierno", advierte.

Información elaborada por D. Narváez, R. Rincón, C. Romaguera, P. Espinosa y M. J. Albert.