La lacra del transfuguismo
Una de las mayores lacras en los ayuntamientos es el transfuguismo, un asunto del que casi ningún partido está libre de pecado. El pacto antitransfuguismo no ha funcionado y la solución al problema parece compleja. En los últimos cuatro años en Andalucía ha habido al menos una decena de cambios en los gobiernos municipales salidos de las urnas en 2003 como consecuencia del cambio de bando de concejales electos. La moción de censura más sonora fue la de Marbella en agosto de 2003, que desbancó de la alcaldía a Julián Muñoz, hoy encarcelado por la operación Malaya. El PSOE expulsó entonces a tres de sus concejales que participaron en la operación, entre ellos su portavoz, Isabel García Marcos, también implicada en la operación contra la corrupción en Marbella.
Los socialistas han sido los más perjudicados por los casos de transfuguismo en este mandato municipal. Han perdido cinco alcaldías y aunque abrieron expediente de expulsión a sus concejales en Gibraléon (Huelva) y Manilva (Málaga) por arrebatar gobiernos locales desautorizados desde la dirección regional, el caso es que esos mismos ediles lideran ahora las listas del PSOE en esas localidades.
Las medidas que plantean los partidos en sus programas para combatir el transfuguismo son las siguientes.
- PSOE: Código ético. El programa marco federal para las elecciones del 27 de mayo recoge, a modo de rendición de cuentas, las medidas impulsadas por el Gobierno socialista y el PSOE para combatir el transfuguismo. Así, se recoge la remisión al Ministerio Fiscal de aquellos casos de transfuguismo en los que existan indicios o sospecha de corrupción; la limitación expresa de los derechos económicos del concejal tránsfuga; el compromiso de no otorgar tareas de gobierno ni participación en empresas o entidades municipales al tránsfuga; o la creación de una Comisión de Expertos que valoren la existencia de transfuguismo en los supuestos que no haya consenso entre los partidos; así como la creación de una lista de tránsfugas que no podrán ser presentados por los partidos en próximas elecciones municipales.
El documento municipal del PSOE andaluz no recoge ninguna mención expresa a esta lacra política, aunque incluye un código ético que obliga a sus concejales a hacer públicos sus ingresos, publicitar las subvenciones y la publicidad institucional.
- PP: Limitar las mociones. En su programa marco, el PP plantea combatir el transfuguismo impidiendo la presentación de mociones de censura en los ayuntamientos el primer y último año de mandato, si no van avaladas por dos tercios de los concejales del Ayuntamiento. Además, el PP se compromete a no incluir a ningún tránsfuga en sus listas electorales.
- IU: Medidas legislativas. La federación opina que mientras el acuerdo político sobre transfuguismo no se traslade a medidas legislativas, definiendo y delimitando con claridad qué se entiende por tránsfuga, las distintas situaciones, y con qué medidas jurídicas, administrativas y electorales se le penaliza, será difícil avanzar. IU ha suscrito los sucesivos pactos contra el transfuguismo firmados en el ámbito estatal y andaluz por partidos el arco parlamentario, como expresión de una voluntad política común. IU tiene un código ético y de transparencia, así como un pacto contra la corrupción, muchas veces asociadas al transfuguismo.
- PA: Entrega del acta. El PA remite también su compromiso ético por la política como uno de los vehículos para combatir el transfuguismo. Vienen a decir los mismo, que sobre el papel el acuerdo está claro, pero que cuando ocurren los diferentes casos, cada uno empieza a reinterpretar lo que dice la letra. Aunque en el programa no se especifica así, el PA ha defendido medidas legislativas, de manera que el tránsfuga tenga que entregar el acta al partido.
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