Candidata de día, presidenta de tarde

Un discurso a base de estadísticas del futuro próximo por la mañana, otro de estadísticas del pasado reciente por la tarde. Lo que hará el PP si sigue cuatro años más, antes de comer. Miren lo que ha hecho en cuatro años, a la hora de merendar. Esperanza Aguirre fue ayer candidata de día y presidenta de la Comunidad de Madrid a media tarde, a fuerza de simultanear funciones.

La jornada que vivió es un ejemplo de lo que será su actividad en los próximos días. A mediodía presentó el capítulo destinado a los mayores de la región de su programa electoral. A las seis y media de la tarde, junto al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, daba por finalizadas las obras de la estación de Príncipe Pío.

La presidenta promete teleasistencia a todos los mayores de 75 años que viven solos

Pese a que Aguirre mantiene un ritmo frenético de actividad en víspera de que mañana a medianoche comience la campaña electoral, a la presidenta regional aún le quedan por inaugurar muchas infraestructuras. Entre ellas, cinco de los ocho nuevos hospitales, el metro ligero a Boadilla y Pozuelo, el suburbano al Ensanche de Vallecas, los intercambiadores de Plaza de Castilla y Moncloa, así como equipamientos más pequeños (sobre todo colegios y centros de salud).

La razón es que la mayoría de las obras se ha proyectado para finalizar antes de mayo de 2007 y algunos de los trabajos aún no han terminado. A ello se añade que a la candidata a revalidar la presidencia regional no le quedan apenas huecos en la agenda. Porque además de su actividad oficial, en los próximos días debe explicar sus propuestas de sanidad, pegar el jueves por la noche los carteles de campaña junto a Mariano Rajoy; al día siguiente presentar su programa electoral y, por la noche, debatir con sus oponentes a la Comunidad de Madrid en Telemadrid. Entretanto, también, se supone que debe estudiar sus intervenciones.

No importa. Si hace falta, la presidenta regional seguirá de estreno de equipamientos durante los 15 días que dura la campaña electoral. "Inaugurará todo lo que no se ha podido abrir antes por causa de fuerza mayor", explicó un portavoz del Gobierno regional. "Es decir, porque no se hayan terminado las obras".

Suena extraño que a partir del 11 de mayo, cuando comience la campaña para las elecciones autonómicas, no haya impedimento para cortar cintas. Sin embargo, la Ley Electoral de la Comunidad de Madrid no lo prohíbe. Aunque es ya costumbre en la región, porque así lo estableció el antecesor de Aguirre en el Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallardón, que no inauguraba en periodo electoral.

A mediodía le esperaba ayer a Aguirre un baño de multitudes de más de 65 años en la Junta Municipal de Arganzuela, territorio amigo, porque la concejal Eva Durán es una de sus fieles en la lista electoral de Gallardón. Ante un auditorio lleno de miembros de asociaciones de mayores avanzó su apuesta estrella dirigida a ellos. "A todos los mayores de 75 años que vivan solos, que son alrededor de 120.000, les llevaremos teleasistencia a domicilio", anunció Aguirre. La teleasistencia es una de las medidas sociales más baratas. Consiste en conectar telemáticamente el hogar del anciano a una centralita que funciona todo el día. Si el beneficiado tiene un problema, bastará con pulsar un botón para que los servicios sociales acudan a su domicilio a socorrerlo.

Aguirre también anunció teleasistencia móvil para todos los enfermos de Alzheimer. "Que es esa enfermedad que también se llama... ¿Cómo se llama?", continuó la presidenta, aunque tuvo que explicar que era una broma, porque no hubo risas para secundar el chascarrillo.

También propuestas de apoyo domiciliario. "Catering y lavandería", desgranó Aguirre, para referirse a los servicios que llevarán comida preparada a los mayores y se llevarán la ropa para lavarla y plancharla. No se olvidó de los mayores activos: 18 nuevos centros de día en las principales ciudades y ampliación de las subvenciones a los aparatos dentales. Y después del acto, a besar. Porque Aguirre allá donde va no niega un autógrafo, ni un saludo. Con vestido de presidenta, o de candidata, son votos.