Un AVE 'laboratorio' llega a Sant Joan Despí

Llegó, llegó. Un tren laboratorio circuló ayer entre la estación de Camp de Tarragona y llegó hasta el viaducto de Sant Joan Despí para efectuar las pruebas de la plataforma y las vías que ya están instaladas. Se trata de un tren Talgo especial dotado de diferentes sensores que analizan el comportamiento de los varios elementos de la vía y el suelo para comprobar desde la consistencia hasta la alineación de los raíles.

El tren laboratorio funciona a base de gasóleo y no podría ser de otra manera porque una parte de este trazado carece aún de catenaria y de la señalización de seguridad. Los tramos en los que aún se está instalando el sistema de alimentación eléctrica son el de Vilafranca, incluida la estación, que tampoco está cubierta; el de Martorell, a la salida de la zona de Martorell-Enllaç, y el trazado entre Castellbisbal y Sant Joan Despí.

El otro elemento que falta es la subestación de Gornal, en Sant Boi de Llobregat, destinada a transformar la electricidad en la corriente que necesitan tanto las máquinas como los sistemas de señalización. Estos trabajos, explicó ayer un portavoz de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) empezarán en breves días.

El tren laboratorio va dotado de doble eje, de modo que puede circular tanto por trazados de ancho ibérico como por los del ancho europeo. En las ruedas lleva sensores que transmiten los datos recolectados a los ordenadores de a bordo. Por si acaso, todo el sistema informático está duplicado, de modo que si se produjera un fallo no se perdería la información.

Los sensores recogen información sobre la alineación de las vías, la consistencia del terreno, la calidad y densidad del balasto y la fijeza y situación de las traviesas, y efectúan un perfil del conjunto, cotejándolo con el diseño que debería cumplir la obra. Si se detecta algún fallo, se procede a corregirlo.

El laboratorio compila también información sobre el sistema de seguridad del tramo, que será el ERTMS, que permite alcanzar los 300 kilómetros por hora, los mismos que ya se logran entre Madrid y Tarragona.

Otros sensores recogen los datos sobre los enclavamientos, es decir, las zonas de entrada y salida a las estaciones, los cambios de aguja, los cambios de vía y las zonas de adelantamiento, y los ordenadores comprueban lo ajustado de la instalación.

Finalmente, el tren laboratorio está dotado de cámaras delanteras y traseras cuyas grabaciones son también analizadas. El resultado final es, además de una auscultación de la vía y la plataforma, una simulación del trayecto que realizaría un tren con pasajeros. Los técnicos de las obras del AVE hasta Barcelona creen que desde ahora hasta diciembre, fecha en la que está prevista la entrada en funcionamiento comercial de la línea de alta velocidad hasta Barcelona, hay tiempo suficiente para realizar cuantas pruebas sean necesarias.

Último tramo

El tren laboratorio se quedó ayer a la entrada del viaducto de Sant Joan Despí, aunque la plataforma hasta L'Hospitalet está muy avanzada y en la zona del túnel de la Torrassa se trabaja ya para, en breve, instalar las vías. Este último tramo, de menos de 1,5 kilómetros, es el más atrasado, aunque los técnicos no sufren, al menos en público, por él ya que creen que es el que necesitará menos pruebas y, además, permitirá que se trabaje de modo casi paralelo a la implantación de las pruebas que sean necesarias.

La decisión de aplazar la entrada en funcionamiento de la estación de El Prat, donde el tren no parará hasta 2010 aproximadamente, facilita la terminación de una obra que tendría que haber estado lista, de acuerdo con los primeros compromisos, en 2004.