La vuelta al mundo de Javier Sardá

"Quiero experimentar lo que se siente teniendo poca audiencia". Con este pesimista pronóstico, Javier Sardá vuelve a Tele 5 dos años después de haber abandonado voluntariamente los platós. Fue en pleno éxito de Crónicas marcianas, un programa con el que reinó en la madrugada desde 1997 hasta 2005. Ahora, Sardá no aspira a liderazgos. Dutifrí no tiene vocación de audiencias millonarias. "Es un riesgo", admite. El presentador confiesa que se siente "como un niño bonito" que tiene "el enorme privilegio de poder parar de trabajar, de disfrutar de un año sabático" y al que "se le concede la confianza de poder hacer un programa cuyo objetivo no es obtener un importante porcentaje de audiencia".

Dutifrí, que se estrena hoy en horario de máxima audiencia (21.30), es la antítesis de Crónicas marcianas, al menos en el plano formal, pese a estar producido también por Gestmusic. "Es lo contrario a tanta televisión y radio y directo", dice el periodista, convencido de su privilegiada situación. "Si no fuera por la historia común entre Tele 5 y yo, esto no tendría ni pies ni cabeza". Sardá quería cumplir con el contrato que le ata a la cadena privada, pero sin tener que volver a pisar un estudio o estar bajo el calor de los focos. Superado el agotamiento físico y psicológico que heredó de Crónicas marcianas y agotado el año sabático, la cuestión era: "¿En qué nos metemos ahora?, ¿con qué volver?". Alberto Carullo, director de Antena de Tele 5, responde: "Decidimos tirarnos a la piscina y explorar un terreno nuevo". Así nació Dutifrí, que en realidad podría titularse Los viajes de Sardá.

Poco aficionado a los viajes, Javier Sardá (Barcelona, 1958) se planteó el programa como una forma de ir a contracorriente del vendaval televisivo. "Es la antítesis de tanto directo. Es la elaboración. Lo fácil era volver al plató". Después de enviar crónicas durante ocho años desde Marte, ha dado tres vueltas y media a la Tierra a la caza de pequeñas o grandes historias de españoles perdidos por los cinco continentes. Pese a la reconocida pereza que le provoca viajar, el presentador ha recorrido 134.000 kilómetros.

El televisivo viajero advierte de que Dutifrí es "el antiturismo". Huye de las típicas postales que retratan la geografía o los monumentos de un país para plasmar

historias y testimonios "con una sutil ironía y un estilo políticamente incorrecto", subraya Manuel Villanueva, responsable de Contenidos de la cadena privada. "Hay entrevistas muy serias y momentos de cachondeo", apunta el presentador, que aliña las entrevistas "serias" con parodias y gags al más puro estilo de Crónicas marcianas.

En el centenar de conversaciones que salpican el programa hay personajes de todo tipo. En Filipinas, Sardá entrevistó a Paco Larrañaga, condenado a muerte con otros cinco filipinos por un caso de secuestro, violación y asesinato de dos hermanas en la ciudad de Cebú en 1997. La pena capital le fue conmutada el año pasado por la de cadena perpetua. Esta entrevista convive con otra realizada a las sofisticadas tías de Isabel Preysler.

En esta mezcla de seriedad y francachela, conversa con la misma soltura con el jefe de una tribu amazónica que con El Dioni. Charla con un jeque árabe en Dubai, se acerca al líder político y magnate de los medios de comunicación Silvio Berlusconi y rememora la historia del ex jefe de policía del Bronx neoyorquino, un gallego que inspiró la célebre serie de televisión Canción triste de Hill Street. "Es un programa de viajes y de variedades. Vamos en busca de españoles por todo el mundo acompañados de famosos", resume Sardá, que ha recorrido los cinco continentes de la mano de algunos de los personajes populares que poblaron Crónicas marcianas, entre ellos Boris Izaguirre, Alessandro Lequio o el padre Apeles. También se han apuntado a Dutifrí la periodista Mercedes Milá, la actriz Esperanza Pedreño (Cañizares, en Camera café), el actor Pepe Rubianes, el humorista Juan Carlos Ortega o el cantante Ramoncín.

De todos los escenarios visitados, el equipo vivió en Venezuela los episodios más peligrosos. "Es uno de los países que más respeto daba. Hay muy mal rollo", dice el presentador mientras recuerda que durante los seis días que el equipo permaneció en aquel país 78 personas murieron por arma de fuego en la capital, Caracas. Brasil tampoco fue un territorio precisamente sereno. Un tiroteo entre comandos rivales del narcotráfico en las favelas acabó con siete muertos dos días después del paso de Dutifrí.

Además, el programa (realizado en colaboración con el canal local BCNTV) peregrina por Italia, Estados Unidos, Rusia, India, Tailandia, Dubai, Israel y Japón. No habrá escala en Cuba. Las autoridades del país caribeño no concedieron los permisos necesarios para grabar en la isla, según los responsables del espacio. Mañana, el equipo pone rumbo a Kenia, donde Sardá recorrerá las llanuras selváticas junto a Rubianes.

Para Sardá, Dutifrí es un complemento a la programación de Tele 5, una oferta comparable a los informativos, que no dan audiencia extra pero son irrenunciables. Los directivos del canal anuncian su intención de mantener las 14 ediciones en la noche del domingo, aunque este compromiso de estabilidad en la parrilla dependerá, como siempre, de la respuesta de los espectadores.