Natalia Clare, bailarina y maestra de ballet

Natalia Clare llegó a ser una de las primeras figuras del legendario Ballet Russe de Montecarlo y, después, maestra e impulsora del Southland Ballet. Nacida el 3 de septiembre de 1918 en Los Ángeles, estudió principalmente con Bronislava Nijinska (de quien recibió estilo y repertorio académico) e hizo su debú profesional de la mano de esta coreógrafa en el Hollywood Bowl en 1940. En 1941, el Colonel de Basil, director de los Ballets Russes de Montecarlo, la invitó a su compañía y empezó a hacer giras internacionales. En 1945 se casó con Oleg Tupine (bailarín de origen ruso nacido en un barco frente a Estambul), estrella de la compañía. Ellos formaban, además, una pareja escénica muy aclamada en la época, tanto en sus recitales como cuando bailaban asociados o como invitados.

El crítico Walter Terry la calificó de "bailarina multifacética y energética". En la compañía de De Basil destacó enseguida por su capacidad para asumir roles tanto técnicos como líricos. Bailó con éxito Las Sílfides, Coppelia, Baile de graduados, Las bodas de Aurora -que era una versión reducida de La bella durmiente, muy habitual en la época- y Cascanueces. Con Tupine hizo otros pas de deux de ballets del gran repertorio, como El espectro de la rosa, El pájaro azul y El cisne negro. En 1947 abandonaron el ballet de De Basil y pasaron al Markova-Dolin Ballet, donde permanecieron una temporada, hasta finales de 1948, y participaron en creaciones como Caín y Abel y Yara, en un tiempo de intensos viajes por Europa y toda América. Desde aquellos años, mantuvo una estrecha relación con coreógrafos como David Lichine y George Balanchine; este último viajó muchas veces a su escuela en el Ballet La Jeunesse de Los Ángeles, para dar clases.

Natalia Clare tuvo un grave problema en su rodilla derecha (una lesión común en las bailarinas de su tipo), y ya en 1950 tuvo que abandonar la escena, fundó la compañía y se entregó totalmente a la enseñanza y el montaje de ballet.

Clare y Tupine se divorciaron en 1963 y en 1983, la bailarina se casó en segundas nupcias con el pianista y compositor ruso Michael Liotweizen, que era el acompañante musical de las representaciones de su compañía. Natalia enviudó de Liotweizen en 1995. Tupine murió en 2003.

En 2004 Natalia Clare publicó su autobiografía, Behind the tutu, donde cuenta jugosas anécdotas de la vida y avatares de los bailarines en la posguerra, y de todos aquellos artistas que pasaron por sus aulas.