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Vivenda rechaza devolver las fincas de su mayor plan en A Coruña

Xunta y Ayuntamiento de A Coruña consideran al fin desbloqueado e imparable su proyecto de urbanización más ambicioso para esta ciudad, el denominado Parque Ofimático, que consiste en crear todo un nuevo barrio residencial y de oficinas a las puertas de la urbe. El plan, paralizado durante más de una década y que incluye la creación de 2.087 viviendas -más de la mitad de protección pública-, está en marcha y no sufrirá nuevos retrasos, aseguran.

Ni tan siquiera, afirma la Consellería de Vivenda, se verá afectado por la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que dio en parte la razón a 21 propietarios de fincas en las que asentará el futuro polígono. El departamento que dirige Teresa Táboas, que invertirá 25 millones de euros en un proyecto que costará 51,6 millones, sostiene, en contra del criterio de los dueños que reclaman la devolución de sus propiedades, diez veces más valiosos hoy que cuando fueron adquiridas por la Xunta, que la sentencia judicial no establece que se restituyan esos terrenos.

Argumenta la consellería que los jueces sólo consideran que la Administración obró mal al dar la callada por respuesta a dos recursos de los vecinos, lo que supone considerar positivo el silencio administrativo. "Pero no cabe jurídicamente una reversión de las fincas a sus antiguos dueños porque no se adquirieron mediante expropiación, sino a través de una compraventa de mutuo acuerdo", indicó una portavoz de la consellería.

Las parcelas en litigio suman 27.400 metros cuadrados, un 7% de la superficie total (394.613) que ocupará el futuro parque ofimático. Fuentes de Vivenda explicaron que ya están en marcha los trámites administrativos para anular y solucionar "el defecto de forma" que permitió, por doble silencio administrativo, reconocer la reversión de los terrenos a sus antiguos dueños.

Aprobación del pleno

El Ayuntamiento de A Coruña, por su parte, aprobó ayer de forma definitiva el plan parcial para esta urbanización que se asentará en la falda del monte Eirís, entre el barrio de Matogrande y la avenida Alfonso Molina, la arteria principal de entrada a la ciudad. El polígono, que combinará edificios para uso exclusivo de oficinas con urbanizaciones de viviendas, incluirá más de 7.044 plazas de aparcamiento, zonas verdes importantes y equipamientos públicos de uso social, como una plaza de 5.000 metros cuadrados, instalaciones deportivas y centros educativos.

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La consellería quiere primar las dotaciones y equipamientos "públicos de calidad" de este futuro polígono para demostrar que las zonas con pisos protegidos pueden ser "un referente" para el mercado libre de la vivienda. El plazo de ejecución de este nuevo barrio coruñés es de unos dos años, a partir de las licitación de las obras que deberá realizar el ayuntamiento tras las eleciones de mayo.

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