El BNG promete crear 27.000 pisos sociales en las áreas urbanas

Los candidatos del BNG a las alcaldías de A Coruña, Ferrol, Santiago, Lugo, Ourense, Vigo y Pontevedra se comprometieron ayer por escrito a poner en marcha medidas encaminadas a construir en cuatro años en sus respectivos municipios un total de 27.000 viviendas protegidas. El documento en cuestión promete 7.000 viviendas de estas características en Santiago, 6.500 en Vigo, 5.800 en A Coruña, 3.000 en Lugo, 2.000 en Ourense, 1.600 en Pontevedra y 1.500 en Ferrol.

Las medidas que promoverán los nacionalistas si ganan las elecciones incluyen la reforma del planeamiento municipal para hacer efectiva la cesión a la Xunta de terrenos para la construcción de viviendas protegidas, garantizar que al menos el 50% de los bienes obtenidos por los municipios con el porcentaje de aprovechamiento lucrativo se destine a estas viviendas y abolir la práctica de la concesión de prórrogas para la construcción de viviendas sujetas a protección. El BNG también se propone velar por la construcción simultánea de vivienda libre y protegida, hacer cumplir los deberes de edificar o rehabilitar, proscribir los convenios urbanísticos en los que se sustituya la cesión de terrenos por pago de cantidades en metálico, reservar al menos el 40% de la nueva edificación residencial para viviendas protegidas y evitar la concentración excesiva de vivienda protegida para favorecer la cohesión social.

El vicepresidente pide apoyo para llevar las políticas nacionalistas a los municipios

Para presentar esta propuesta el portavoz del Bloque y vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, citó en Compostela a los siete candidatos y a la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, que fue la encargada de explicar la política de la Xunta en la materia.

Quintana, por su parte, aseguró que el BNG ha demostrado en el Gobierno de Galicia que cumple sus promesas y que ahora necesita obtener un buen resultado en las municipales para asegurar desde los ayuntamientos el éxito de sus políticas. Porque hay leyes que se quedan "en papel mojado", explicó, como la de normalización lingüística, si después las instituciones no las llevan a la práctica. Y eso es, precisamente, lo que los nacionalistas se proponen evitar.

El líder del Bloque se mostró especialmente satisfecho de que su organización pueda plantear una oferta "en positivo", justo en el momento en el que el urbanismo se está usando como "un arma arrojadiza". El BNG, subrayó, no tiene que dar explicaciones porque no lleva ningún promotor en sus candidaturas ni tiene que ver con ningún escándalo urbanístico, y eso le deja tiempo para hablar del urbanismo como un servicio a los ciudadanos. Mientras otros "están en el 'y tú más", destacó, el Bloque tiene "la fuerza de la credibilidad" y de las "manos limpias".