Imaz pide a Batasuna que no sean "lacayos" y tengan coraje para alzar la voz contra ETA
El 'lehendakari' acusa al Partido Popular de ser la "nueva derecha golpista"
La diferencia entre campaña y precampaña electoral estriba sólo en la concentración de actos políticos, que en el primer caso son a diario. Ayer, el PNV presentó a sus candidatos a la diputación y ayuntamientos de Vizcaya en un acto muy a la americana. El presidente del partido, Josu Jon Imaz, aprovechó la ocasión para preguntar, más allá de siglas varias, si los representantes de Batasuna tendrán el "coraje" de "alzar la voz" contra ETA o si seguirán siendo "lacayos de la banda". El lehendakari, Juan José Ibarretxe, acusó al PP de ser la nueva "derecha golpista".
El PNV repartió los ataques entre Batasuna, a la que acusó de negarse a todo, el partido socialista y el PP, del que dijeron "está dispuesto a todo" con el fin de evitar que gobierne el nacionalismo. El BEC (Bilbao Exhibition Center) de Barakaldo acogió un mitin que combinó la parafernalia habitual nacionalista con los efectos de las campañas norteamericanas. Unas 1.750 personas de público con sus pequeñas ikurriñas de plástico dispuestas a vitorear cualquier intervención de sus candidatos.
El PNV, como anteriormente Batasuna en el mismo recinto, ha optado por el máximo control. La autodenominada izquierda abertzale controló los movimientos de los periodistas, y ayer el PNV controló las imágenes. Las cámaras de las televisiones no podían grabar y se tuvieron que conformar con la imagen realizada por el PNV.
Pasadas las doce del mediodía cayó de golpe un gran telón y con música y aplausos aparecieron en el escenario, sentados en una grada, los más de 1.100 candidatos en Vizcaya. La primera en intervenir, fue la anfitriona, la candidata a alcaldesa de Barakaldo, Amaia del Campo, que uso su turno de palabra para criticar la "desfachatez" socialista.
Gobernar solos
Como era previsible, el último en usar la palabra, fue Imaz, que con aspecto enfadado y un micrófono en la solapa, paseo por el escenario y, mirando a la grada o al respetable, aseguró que su objetivo es ganar las elecciones para gobernar solos si es posible. Aseguró que la cultura del pacto está en la esencia del PNV, pero que éste no debe llevar a pensar que renuncian a sus objetivos.
Las palabras más duras de Imaz, como las de los que le precedieron en el uso de la palabra, fueron para Batasuna; la misma organización que el pasado 31 de marzo en el mismo recinto dedicó el mayor abucheó de la tarde a la foto de Imaz.
El presidente del PNV, como antes el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, aseguró que su deseo es "derrotar" en las urnas a Batasuna. Imaz les pidió además, que se liberaran de la "sumisión" a ETA. "No quiero saber con qué sigla van, quiero saber qué proyecto tienen detrás, si van a seguir en el no, poniendo palos en las ruedas a todos los proyectos que hemos tenido en este país para construir un futuro de calidad", señaló Imaz. Indicó que también quiere saber si van a tener el valor de hacer política.
Imaz, que reivindicó el humanismo (no dijo nada de cristiano) de su formación, recordó al ministro de Justicia de la II República y dirigente del PNV, Manuel de Irujo, quien decía que el nacionalismo que respeta a las personas es democrático y el que no lo hace es "fascismo".
El lehendakari, también con micrófono en la solapa, para envidia del alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, como ironizó él mismo, preguntó "cuál es la aportación de ETA y ese mundo al proceso de paz del que hablan un día sí y otro también". Y se respondió a sí mismo si la bomba de Barajas, la reconstitución del comando Donosti o las cartas de extorsión a los empresarios son una aportación a ese proceso. Para Ibarretxe, "ETA tiene que hacer una única aportación al proceso de paz", decir que se ha "acabado para siempre".
Ibarretxe, que combinó la violencia y la paridad en el acceso a cargos públicos con el derecho a decidir, aseguró: "Mientras sigamos diciendo rotundamente no a la violencia, a todo tipo de violencia, mientras sigamos diciendo sí, rotundamente sí a la existencia del pueblo vasco y a la capacidad de decidir nuestro propio futuro libremente, seguiremos siendo la columna vertebral de este país".
Ibarretxe no desaprovechó la ocasión para atacar a los socialistas, a los que acusó de falta de principios por Gobernar con el PP en ayuntamientos de la Margen Izquierda y favorecer que el PP gobierne en la Diputación de Álava. El lehendakari aprovechó esta crítica al socialismo para acusar al PP de usar la violencia para cosechar votos y de ser "la nueva derecha golpista".
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