"Ha sido milagroso, pero merecido"
El PSV de Koeman gana la Liga al Ajax de Cate y al AZ de Van Gaal sólo por un gol de diferencia
La Liga holandesa fue la Liga del Barça. La ganó ayer por sólo un gol de diferencia el PSV Eindhoven de Ronald Koeman, el hombre que le dio su primera Copa de Europa al equipo español. La decidió Cocu, medio del PSV y ex capitán del club azulgrana, con un gol que cerraba en el minuto 77 una jornada frenética, con tres equipos empatados en la cabeza de la tabla y todos pendientes de la diferencia de goles. Y la perdieron el Ajax y el AZ Alkmaar. Dos equipos, ya es casualidad, con ex barcelonistas en sus filas: Gabri y Roger juegan en el equipo de Amsterdam a las órdenes de Ten Cate, ex segundo de Frank Rijkaard. Y Louis van Gaal entrena al AZ.
Precisamente Van Gaal fue el que peor digirió la tarde. Su equipo abría la jornada dependiendo de sí mismo. Si ganaba se llevaba la Liga. Perdió (3-2) ante el Excelsior. Descartado el AZ, el título se convirtió en un pulso entre el Ajax y el PSV. Con la victoria como mínimo, todo dependía de la diferencia de goles. Entre los dos equipos marcaron siete tantos. El Ajax logró dos ante el Willem II (0-2). El PSV, que lo tenía todo perdido en el descanso, cinco ante el Vitesse (5-1). Y, entre tantos goles, Cocu logró el decisivo: dio el título al PSV en el minuto 77 al lograr el quinto de los suyos y conseguir una mejor diferencia de goles que el Ajax: 50 entre los a favor y en contra por 49.
"Somos unos idiotas. Dejamos que el título se nos escurriera de las manos", se quejó Cate
La jornada fue tensa. Como las reacciones de todos los implicados. "Somos un montón de idiotas", se lamentó Henk Ten Cate, el técnico del Ajax. "Esto es dolorosísimo. Hemos dejado que el título se nos escurriera entre las manos", añadió. "Varios de mis jugadores ni se parecieron a sí mismos", se lamentó Van Gaal, quien vio cómo su equipo ofrecía el peor de los inicios posibles: en el minuto 19, Boy Waterman, su portero, era expulsado tras cometer un penalti. Fue el primer gol sufrido por el AZ. El primero de los tres que le arrebataron un título que no gana desde 1981.
Para el PSV, en el que Koeman se jugaba el puesto, el título adquiere tintes milagrosos, además de saber a premio tras una dolorosa penitencia. El conjunto de Eindhoven parecía seguro ganador hace unos meses, cuando lideraba con seguridad el campeonato holandés y había eliminado inesperadamente al Arsenal en los octavos de final de la Liga de Campeones. El PSV fue líder durante las 32 primeras jornadas del campeonato. Llegó a tener 11 puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor. Ante la jornada final, sin embargo, era un equipo deprimido y afectado psicológicamente por haber dejado escapar su ventaja. Desde ayer es un conjunto confiado en su suerte. En los milagros.
"El título es un tanto milagroso, pero es fantástico y merecido. No lo teníamos en nuestras manos, pero jugamos increíblemente bien", se felicitó Ronald Koeman en la rueda de prensa antes de comenzar las celebraciones y en respuesta a sus descreídas palabras de la víspera: "Hará falta un pequeño milagro para celebrar este título".
"Quiero seguir aquí, aunque en las últimas jornadas no haya recibido el apoyo que esperaba de los dirigentes", añadió Koeman. Al holandés le quedan dos años de contrato. No está claro que los cumpla: "Nos ha hecho falta mucha suerte para lograr la Liga y, claramente, no estamos satisfechos con la segunda parte de la temporada", dijo Fris Schuitema, el presidente del club. Koeman no puede pedir comprensión. Ya pidió un milagro. Y el PSV ha ganado la Liga.
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