Ni con Vázquez ni con Stoichkov
El Mallorca destroza al Celta, que ofrece a su nuevo técnico la indolencia habitual
Menudo paseo el que se dio el Mallorca en el estadio del Celta, donde goleó al cuadro de Stoichkov -literalmente, lo vapuleó sin hacer grandes alardes. Sin esforzarse mucho, los hombres entrenados por Gregorio Manzano jugaron más rápido; sin estar heridos en la Liga, como el Celta, se anticiparon más y con más rabia ante los balones divididos. Sin tener motivo, los isleños jugaron como en su propia casa, atacaron más y movieron muy bien sus líneas, como marionetas bajo una misma batuta, tanto en defensa como en los contragolpes, en los que subieron el balón a su antojo ante una defensa céltica que parecía sentada entre el público, observando las evoluciones del Mallorca con insultante indolencia, con desorden palpable.
CELTA 0 - MALLORCA 3
Celta: Pinto; Ángel, Contreras (Lequi, m. 52), Tamas, Placente; Borja Oubiña; Núñez (Bamogo, m. 12), Canobbio (Pablo García, m. 46), Gustavo López; Nené y Perera. No utilizados: Esteban; Guayre, Yago, De Ridder.
Mallorca: Moyá; Héctor, Nunes, Ballesteros, Navarro; Varela, Pereyra, Ibagaza (Maxi López, m. 74), Arango (Trejo, m. 83); Jonás Gutiérrez y Víctor (Basinas, m. 62). No utilizados: Prats; Ramis, Dorado, Jordi.
Goles: 0-1. m. 10. Arango lanza un zurdazo desde lejos por la escuadra de Pinto. 0-2. M. 21. Varela repite un gol como el de Arango y con la misma pasividad defensiva por parte del Celta. 0-3. M. 79. Maxi López culmina un contragolpe y supera por abajo al portero Pinto.
Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Tamas y Navarro.
Unos 12.000 espectadores en el estadio de Balaídos. Homenaje del Celta al Pilotes, club vigués recién ascendido a la liga Asobal.
La defensa céltica, con un desorden palpable, observó al rival como si lo hiciera desde la grada
A la postre, superado el primer impacto del fichaje del entrenador Hristo Stoichkov, ex seleccionador de Bulgaria, el Celta ha vuelto a poner sobre el césped los mismos problemas que le costaron el puesto a Fernando Vázquez hace tres semanas.
Se trata de un problema grave de desidia en una parte de la plantilla que se empeña en pasearse por el campo. No se puede seguir culpando al técnico gallego de la goleada de ayer, que pudo haber sido mayor si el Mallorca hubiera puesto más interés.
A pesar del empeño de los dos internacionales españoles del Celta -Borja Oubiña y Ángel-, de la generosidad del argentino Gustavo López y del coraje de Bamogo -el brasileño Baiano, el goleador del equipo, no jugó por lesión-, el portero céltico tiene motivos para deprimirse. Hay que recordar que Pinto fue el mejor guardameta de la pasada temporada, pero este año los atacantes se burlan de sus centrales. Están a sus anchas, y ese es sólo uno de los motivos que tienen a los vigueses al borde del descenso a Segunda división.
Lo único que ha sembrado el bienintencionado técnico búlgaro es la consigna de adelantar las líneas y apoyar a los jugadores que suban el balón. Pero nada más. Los jugadores suben pero luego se quedan quietos, a la espera, sin pedir la pelota o desmarcarse en busca de espacios. La bronca de Stoichkov a sus jugadores en el descanso -tras haber recibido dos goles en los primeros veinte minutos de juego- debió de ser monumental por el énfasis que pusieron los futbolistas en el segundo tiempo.
Fue un espejismo que duró poco más de diez minutos. Nunca se había visto en el estadio de Balaídos que cientos de personas abandonen el campo cuando todavía faltan 15 minutos para el final. El público vigués está este año desquiciado.
Los goles no merecen mucha crónica porque resta méritos marcar sin una defensa que apriete como la del Celta y sin temor a perder el balón y recibir un contragolpe.
Pero hay que hacer mención al primer zurdazo del estilista Arango, que tuvo todo el tiempo del mundo para batir a Pinto con el permiso de su defensa. Lo grave es que el futbolista venezolano todavía habría de tener un par de ocasiones más en las que dispuso de un jardín privado de diez metros cuadrados en los que nadie le impedía tirar a puerta. Continuó el gesto Varela, que calcó el mismo gol diez minutos después. Antes de terminar el choque, Maxi López encabeza y culmina un contragolpe con mayoría del Mallorca, lo que pone de relieve quién puso la garra ayer en el coliseo vigués.
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