Cicinho y el nuevo 'look' de Beckham causan sensación
"Si juego tres o cuatro partidos, me han dicho que iré a la Copa América", decía Cicinho hace una semana. El lateral derecho brasileño del Madrid no jugaba desde octubre pasado, cuando sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior. Sabía que su plazo de exhibición para entrar en la lista de convocados de Brasil se agotaba. Pero tenía confianza en Dunga, su seleccionador, y, sobre todo, estaba seguro de que su entrenador, Fabio Capello, le tendría en cuenta. "Quedan ocho partidos", dijo antes del choque con el Valencia; "y creo que jugaré los suficientes". Ayer, Capello le dio la razón. Cicinho fue titular en San Mamés y su presencia en la banda derecha dotó de precisión al ataque del Madrid. Jugó tan bien que su brillante pareja de carril no pudo hacerle sombra. Eso tuvo mérito porque coincidió con el día en que Beckham hizo la presentación oficial de su nuevo color de pelo, platino-punk, tipo Billy Idol, autor de éxitos como Money, money.
Cicinho no llevaba dos semanas entrenándose a tope cuando Capello le dio una oportunidad. Regresó en San Mamés, frente a un Athletic desesperado. En una situación de máxima exigencia. El Madrid saltó al campo espoleado por la necesidad de conseguir tres puntos para seguir en la estela de los líderes. El Barcelona y el Sevilla habían ganado, y los jugadores del Madrid lo sabían cuando el árbitro pitó el comienzo del choque.
Fue una jornada con dosis de turismo cultural. Capello aprovechó que el hotel del equipo estaba a unos metros del Guggenheim para visitar el célebre museo. Así entretuvo por la mañana su afición a la pintura abstracta. Por la tarde fue al fútbol. Cruzado de brazos frente al banquillo, con aire de mariscal, asistió al gol de Ramos, que cabeceó otra falta de Beckham, como ya hizo la jornada pasada contra el Valencia. El inglés celebró el gol y su nuevo look con el punto dramático exigible a uno de los mayores agitadores mediáticos de nuestro tiempo. Aquellas palabras que le dedicó Capello en diciembre -"no volverá a ponerse la camiseta blanca", aseguró- se antojaron parte esencial de una película de promoción de marcas de champú. Y luego le tocó a Cicinho. El carrilero desequilibró por afuera y metió un centro hacia atrás, a lo grande, desde la raya del fondo. El cabezazo de Van Nistelrroy cerró el partido, aunque Cicinho, otra vez, propició el tercer tanto.
El Athletic no pudo celebrar con una victoria el vigesimotercer aniversario de su última Liga. Y el Madrid siguió el paso de Barça y Sevilla en su lucha por la Liga. "No pensamos todavía en que pierda el Barcelona o el Sevilla. Nosotros creemos que podemos ser campeones, claro que sí, pero debemos centrarnos sólo en nuestros partidos", dijo Emerson.
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