Madurez de héroe
El fútbol ha sido poco espléndido con Andrés Palop (Valencia, 1973). Ha disfrutado de palmarés e incluso de reconocimiento, pero, hasta lograr el título de campeón de la Copa de la UEFA con el Sevilla, de muy poco protagonismo. Precisamente este torneo le ha llevado un poco más allá, a entrar en la historia del sevillismo gracias al gol con el que empató la eliminatoria de los cuartos, ganada en la prórroga, con el Shakhtar en Donetsk.
Tras sufrir una rotura en el gemelo el 5 de abril pasado frente al Tottenham, Palop regresa a la lista de convocados para enfrentarse a Osasuna, lo que significa su titularidad. No en vano es uno de los principales baluartes del alabado equipo de Juande Ramos.
A sus 33 años, el guardameta ha logrado dejar atrás sus largas seis temporadas como suplente de Cañizares en el Valencia. "Tengo una imagen clavada", aseguraba a este periódico en noviembre pasado; "cuando saltaba al campo, todos tiraban recto y yo giraba a la izquierda".
Ramón Rodríguez, Monchi, el director deportivo del Sevilla, es uno de los responsables de que Palop salte ahora al campo y se vaya derecho a la portería. Monchi fue portero y lo primero que dijo para definir su fichaje fue: "Cuando sea mayor, quiero ser como Palop".
El portero está muy a gusto en Sevilla y en su club y todavía alucina con la pasión y la anticipación con la que la aficionados viven los partidos. En marzo, su contrato con el Sevilla se amplió hasta 2010 de manera automática al completar el número de partidos fijados, una cláusula que quizá haya supuesto el último examen, la última prueba.
Palop ya tiene palmarés, reconocimiento, protagonismo y hasta el apelativo de héroe tras su gol de Donetsk.
