Luis María Retolaza, de la resistencia nacionalista a la creación de la ertzaintza
Con el fallecimiento, el pasado domingo 22 de abril, de Luis María Retolaza Ibargüengoitia, desaparece uno de los principales representantes de la generación de dirigentes del PNV que hizo de puente entre los que vivieron en primer plano la II República, la Guerra Civil y el primer exilio (José Antonio Aguirre, Manuel Irujo, Jesús María Leizaola, Juan Ajuriaguerra, etcétera) y los que lideraron el partido durante la transición y la consolidación de la autonomía vasca (Xabier Arzalluz, Carlos Garaikoetxea, etcétera).
Nacido en Bilbao el 27 de diciembre de 1924, Retolaza era muy joven todavía cuando en 1936 comenzó la guerra y se formó el primer Gobierno vasco, que tuvo que marchar al exilio después de la conquista de Bilbao por las tropas de Franco. Mientras terminaba sus estudios de bachillerato en Bilbao, Retolaza inició su actividad política en torno a 1942 en Eusko Ikasle Alkartasuna, la agrupación clandestina de estudiantes ligada al PNV, y en su periódico Askatasuna. En esos años, comenzó a trabajar en los servicios de información nacionalistas, que colaboraban con los aliados en la II Guerra Mundial. Por medio de diplomáticos ingleses y norteamericanos, Retolaza y otros jóvenes nacionalistas hacían llegar al exilio informes sobre los intereses alemanes en España.
Por sus actividades políticas, tuvo que huir en 1945 a Francia, donde se alistó en el Batallón Gernika, una unidad militar, auspiciada por el Gobierno vasco, que luchó con los aliados en las postrimerías de la guerra, en la zona de Burdeos. En 1946 inició sus estudios de Derecho en la Sorbona, permaneciendo en Francia hasta 1950. Al regresar al País Vasco se integró de nuevo en la organización clandestina del PNV, de cuyo Consejo Regional de Vizcaya (BBB) formó parte casi ininterrumpidamente de 1955 a 1976, con un breve paréntesis en 1969. En esos años, fue detenido en varias ocasiones.
En la transición, Retolaza colaboró en la creación del diario oficioso del PNV Deia, presidiendo su Consejo de Administración. Tras la aprobación en 1979 del Estatuto de autonomía, fue designado en 1980 consejero de Interior del Gobierno vasco presidido por Carlos Garaikoetxea. Desde este puesto, fue uno de los principales impulsores de la puesta en marcha de la policía autónoma vasca (la Ertzaintza), una de las claves del amplio autogobierno derivado del Estatuto. Fue titular de nuevo de la misma cartera en el segundo Gobierno de Garaikoetxea, que finalizó en 1985, en medio de la grave crisis que llevó a la sustitución de éste por José Antonio Ardanza y a la escisión de Eusko Alkartasuna. Retolaza -un hombre siempre ligado al aparato del PNV y fiel a su líder Xabier Arzalluz- tuvo un especial protagonismo en esta crisis, al verse salpicado por el escándalo de las escuchas ilegales de las que fue objeto Garaikoetxea. En el proceso judicial, Retolaza fue absuelto, aunque algunos de sus subordinados fueron condenados. Con Ardanza, Retolaza continuó en el cargo de consejero de Interior hasta 1988. En 1990 fue nombrado presidente del Consejo Regional de Vizcaya del PNV, formando también parte posteriormente del Euzkadi Buru Batzar (Consejo Nacional del PNV), hasta que se retiró de la política activa.
En su trayectoria vital puede verse un espejo de la historia del PNV, desde los años de exilio y lucha antifranquista, hasta el logro de la hegemonía política en el País Vasco, sacando el máximo partido a las posibilidades del Estatuto. Quizás la mentalidad derivada de los años de clandestinidad influyó en su carácter poco dado a figurar, a pesar de su influencia real en el itinerario histórico del PNV y del Gobierno vasco.
Sus mayores logros como consejero de Interior están ligados a la puesta en marcha de la policía vasca. Se trataba de una tarea complicada, puesto que la cuestión del orden público, hasta hacer de la Ertzaintza una "policía integral", fue una de las más discutidas durante la negociación política que llevó a la aprobación del Estatuto. Retolaza, sin embargo, supo mantener buenas relaciones con los sucesivos ministros de Interior del Gobierno español, avanzando en la asunción de funciones por parte de la policía autonómica. Ello no impidió algunos roces, como los derivados de la creación unilateral de los berrocis (cuerpos de élite de la Ertzaintza) o, en otro ámbito, los producidos por la creación del canal de la televisión vasca en castellano (ETB-2) o de las emisiones de Radio Euskadi en onda media. Como el propio Retolaza recordaba años después, en esas ocasiones se había inclinado a actuar "siguiendo una política de hechos consumados, por temor a que la vía legal se eternizase".
Sin embargo, su ideal de crear una policía "cívica", siguiendo el modelo británico o, según su propio testimonio, el alemán, no pudo hacerse realidad como consecuencia del mantenimiento del terrorismo de ETA, que no tardó mucho en atentar contra miembros de la propia Ertzaintza. Si hasta el diseño de los uniformes de la policía vasca se hizo pensando en "evitar los tintes militares", ETA parecía encargarse así de recordar a Retolaza y al PNV que, tras años de dictadura, en esa nueva etapa la lucha por la libertad iba a librarse en otras trincheras.
Santiago de Pablo es catedrático de Historia Contemporánea de la UPV-EHU.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.