"El mayor reto de Nadal es no perder la ilusión"

Ex número uno del tenis mundial y ex campeón de Roland Garros (1995), Thomas Muster disputó esta semana en Barcelona el Blackrock Tour Championships (torneo de veteranos), que ganó Sergi Bruguera al superar ayer a Jordi Arrese, como previa del Open Seat-Godó que comienza hoy. Muster (Leibnitz, Austria; 39 años) sufrió un grave accidente en 1989 que avivó más aún su imagen de luchador. Su rodilla izquierda quedó destrozada y se creyó que no volvería a jugar. Pero se entrenó incluso desde una camilla y regresó a los seis meses. Ganó 44 títulos.

Pregunta. Fue el mejor jugador de tierra batida en su momento, pero sólo se impuso una vez en Roland Garros. ¿Tan difícil es conseguir eso?

"Las 67 victorias seguidas del español, a su edad, sólo pueden significar que es un fenómeno"

"Federer es la imagen del grande entre los grandes. Viéndole, la perfección siempre parece sencilla"

Respuesta. Hay que jugar muy bien durante dos semanas. Fui el favorito muchas veces, pero sólo una vez pude hacerlo bien. Dependes del sorteo y del tiempo, ya que la pista puede ser más o menos rápida. No puedes tener ni un mal día ni una lesión. Todo tiene que ser perfecto y debes prepararte muy bien las semanas anteriores para mantener tu mejor estado físico y mental. No siempre llegas bien.

P. ¿Qué le parece entonces que Rafael Nadal lo haya ganado dos veces con sólo 20 años?

R. Es el récord increíble de un jugador impresionante: la presión que soporta y el nivel que tiene... Lo más importante ahora, para él, es mantenerse igual en los próximos años. Tiene que seguir avanzando y mejorando su juego. No perder la ilusión es su reto principal. Eso les pasó a grandes jugadores como Jim Courier. Muchos se queman tras varios años porque mantener el nivel es muy duro.

P. ¿Puede repetir este año en París?

R. Sí, seguro. ¿Por qué no? Ya lo ha hecho dos veces.

P. ¿Qué opinión le merece como jugador? ¿Es comparable a Borg, Bruguera o usted mismo?

R. Ya es mucho mejor de lo que yo fui. No ha sido número uno, pero tiene mejor palmarés. Borg ganó seis veces en París y cinco en Wimbledon, así que no le ha alcanzado. No creo que se puedan comparar generaciones, pero este chico es muy grande y es muy joven.

P. ¿Le alucina el récord de Nadal de 67 victorias en tierra batida?

R. Es fantástico. Sólo puede significar que, a esta edad, es un fenómeno. Espero que siga marcándose metas y teniendo ilusión para llegar al número uno.

P. Parece que ahora sólo existen Nadal y Federer. ¿Hay menos competitividad que antes?

R. En mi etapa había grandes jugadores [McEnroe, Agassi, Becker, Sampras...], muy completos y que sacaban muy bien. Eran competitivos. Había más candidatos a los títulos. Quizá sí hay un vacío ahora porque estos dos jugadores son excepcionales. Estamos en una etapa de transición.

P. ¿Cómo ha evolucionado el tenis en los últimos años?

R. Es más físico, más rápido. Las raquetas son más ligeras. Pero los responsables de la federación han intentado lentificar un poco el juego en las pistas interiores con las bolas y cambiando los materiales. Y me parece bien. Cuando yo jugaba, el servicio era demasiado determinante en las interiores, en las que se disputaban la mayor parte de los puntos. Siempre ganaban los mismos y no éramos precisamente Bruguera ni yo. Ahora incluso Wimbledon es más lento.

P. ¿Qué le parece Roger Federer?

R. Un gran jugador, una gran personalidad. Es increíble cómo ha mejorado el juego hasta llevarlo donde está. Es la imagen del grande entre los grandes. Ha ganado diez grandes. Es quizá demasiado perfecto. Es difícil ganarle cuando juega bien, pero es posible. Viéndole, la perfección siempre parece sencilla.

P. ¿Ganará Roland Garros?

R. Sí. ¿Por qué no? Tiene los mismos problemas que Sampras, pero a Roger le gusta la tierra.

P. ¿Y Nadal, Wimbledon?

R. Pueden pasar muchas cosas. Federer podría caer antes de la final. Harry Hopman

[legendario entrenador australiano] decía que se puede ganar a cualquiera en un momento dado.

P. ¿Tiene algún recuerdo de sus partidos contra Bruguera?

R. Pregúntele a Sergi por un partido de semifinales en Sttutgart. Jugábamos a las siete de la tarde. Sergi había ganado el primer set y dominaba el segundo por 5-3. Hubo una tormenta impresionante y era imposible seguir. Esperamos, pero no continuamos hasta el día siguiente. Sólo le quedaba un juego para ganar. Me calenté muy bien y cogí dos litros de agua sólo para un juego. Cuando Sergi me vio, pensó que estaba loco. Perdió el juego y el partido. Gané el torneo y un Mercedes. El día anterior habría perdido. Fue el partido más raro de mi vida.

P. ¿Cuál es el mejor y el peor recuerdo de su carrera?

R. Ser número uno y ganar Roma un año después del accidente. En mayo de 1989, un mes después de que me destrozaran la pierna en Cayo Vizcaíno [estaba sacando las raquetas de su maletero, cuando un borracho estrelló un coche contra el suyo y su rodilla izquierda quedó destrozada]. Llegué con escayola y muletas porque no me podía mover. En la pista central me dieron una medalla. Y dije a los presentes: "Jugaré el año que viene y ganaré el torneo". No se lo creyeron. Un año más tarde lo hice.

P. ¿A qué se dedica ahora?

R. Tengo una bodega. También, un manantial, una marca de ropa y gafas de sol.

P. ¿Quiere dar algún mensaje a los jugadores actuales?

R. Que se diviertan jugando y que no den nada por sentado. Poder jugar a ese nivel es un regalo, aunque sea duro a veces.