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Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

La candidata no despega

A cinco semanas de que se celebren las elecciones municipales en el país, Luis Díaz Alperi tiene grandes posibilidades de ser reelegido alcalde de Alicante. Así lo señalan las encuestas que se han publicado hasta el momento, y que no hacen sino confirmar una impresión presente en la calle. No deja de resultar envidiable la situación de quien ha ganado las tres últimas elecciones a la alcaldía de la ciudad y se encuentra imputado por la justicia. Ni el cansancio ni las repetidas visitas a los tribunales hacen mella en Luis Díaz. Es la oposición, por el contrario, quien se muestra apagada, y parece conformarse con que el candidato del Partido Popular no logre la mayoría absoluta.

¿Y Etelvina Andreu? Tras un comienzo prometedor, que hizo concebir esperanzas a sus seguidores, y también a quienes no lo son, la campaña de Etelvina Andreu ha ido perdiendo fuerza conforme pasaban los días. Habrá que ver si es capaz, en el tiempo que resta, de reaccionar y recuperarse. No le será fácil. Hoy por hoy, pese a ser la candidata mejor valorada y que mayores simpatías despierta entre los alicantinos, son pocos quienes piensan que Andreu puede ganar las elecciones. Es más, de confirmarse las encuestas, no lograría superar los votos que obtuvo Blas Bernal, el anterior candidato de su partido, hace cuatro años, en un momento en que el socialismo local aparecía dividido. El hecho exige buscar alguna explicación.

El asunto se complica si tenemos en cuenta que la opinión de los ciudadanos sobre el gobierno de Luis Díaz no es precisamente positiva. Es decir, las posibilidades de reelección del actual alcalde no parecen provenir de su consideración pública. Cuando se pregunta a los alicantinos por el estado de la ciudad, la valoración que éstos hacen es, en general, negativa. Ni los servicios de limpieza, ni el tráfico, ni el transporte público, ni los jardines, los colegios o los aparcamientos responden a lo que la gente espera. Ante una situación semejante, es obligado preguntarnos por qué Andreu obtiene un resultado tan mediocre.

Mi opinión es que Etelvina Andreu no ha logrado convencer a los alicantinos de que es la persona que Alicante necesita. Su campaña se ha orientado hacia un electorado más próximo a sus ideas, que ya estaba convencido de antemano. Las políticas sociales o de igualdad, aspectos en los que más ha incidido la candidata, son encomiables, pero es dudoso que atraigan por igual a todos los votantes. Afirmar que se construirán más guarderías, se eliminarán barreras arquitectónicas, o se apoyará la creación de un parque científico, es necesario, pero no dejan de ser generalidades.

Para que Alicante despierte de la atonía en que se halla sumida, tras doce años sin gobierno, se requiere una determinación que todavía no hemos visto. Además de convencernos de que la ciudad funcionara bajo su mando, los ciudadanos necesitamos algo más para confiar en un candidato. Sabemos adónde ha llevado Alicante Luis Díaz Alperi, pero desconocemos adónde quiere conducirla Etelvina Andreu. Desde el primer momento, he leído con atención sus declaraciones, he anotado sus promesas. Pues bien, al día de hoy, aún no tengo claro qué ciudad propone, y desde luego, no detecto en ella el deseo de situar a Alicante en el mapa de las ciudades con futuro. No diré que Andreu no albergue estas aspiraciones, pero yo soy incapaz de verlas. La buena voluntad es evidente, pero si un político no logra arrastrarnos con un sueño, será difícil que le entreguemos nuestro voto.

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