14 municipios secundan la huelga general en Cádiz
Los empresarios dicen que el paro perjudica el conflicto de Delphi y denuncian coacciones de los piquetes
Los sindicatos calificaron ayer de "éxito rotundo" la huelga general convocada en 14 municipios de la provincia de Cádiz (765.790 habitantes y unos 300.000 trabajadores) contra el cierre de la factoría de Delphi en Puerto Real, que cuenta con 1.600 operarios. El seguimiento por la mañana rondó el 100% en muchas zonas comerciales y empresariales, además de en los principales servicios públicos. Por la tarde la ausencia de piquetes favoreció la apertura de bares y grandes superficies comerciales. La patronal gaditana criticó esta convocatoria por entender que "no soluciona el problema, sino que lo agrava". El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero comprometió su apoyo a los empleados de la empresa en el Congreso.
La huelga comenzó de noche. Las asambleas de trabajadores de los servicios de limpieza de los diferentes municipios acordaron no recoger las basuras. Las calles amanecían con los contenedores repletos. Los piquetes salían de madrugada. Su primer destino fueron las cocheras de los autobuses. En Cádiz, los sindicalistas impidieron en las primeras horas la salida de los servicios mínimos de los autobuses porque, según explicaron, la empresa no había notificado los horarios a los conductores. Allí fueron quemados varios contenedores y un coche fue volcado a las puertas de las empresas de transporte.
Los piquetes se desplazaron al amanecer a los polígonos industriales. La inactividad era casi absoluta. Las grandes empresas como Navantia, Airbus, Dragados o Altadis no abrieron. Otras más pequeñas sí. En el río de San Pedro, una barriada de Puerto Real, los piquetes arrojaron piedras contra la fachada de una empresa de seguridad. En el polígono Tres Caminos de San Fernando algunos negocios fueron obligados a cerrar. Allí ardieron también varios contenedores. En otro polígono comercial de El Puerto de Santa María las tiendas bajaban sus rejas al paso de los representantes sindicales.
Al acercarse el horario de apertura comercial, los piquetes se dividieron en pequeños grupos por los cascos urbanos, centros comerciales y zonas de ocio. En el centro histórico de Cádiz fueron cerrando tiendas a su paso. Una de las situaciones más tensas se vivió en los juzgados. Allí se estaban celebrando juicios. Los representantes sindicales lanzaron gritos contra el cierre de Delphi y reclamaron solidaridad con sus trabajadores. Al final consiguieron que las puertas de los juzgados se cerraran, aunque la actividad continuó dentro. Al mediodía se organizaron concentraciones a las puertas de los ayuntamientos. Una de las más numerosas fue la de Puerto Real. Allí participaron mujeres de trabajadores de Delphi mientras un portavoz sindical comenzaba ya a celebrar el "masivo" respaldo a la huelga.
Las primeras cifras se aportaron a la una del mediodía frente a la Subdelegación del Gobierno de Cádiz, donde los líderes provinciales de CC.OO. y UGT situaron el seguimiento de la huelga en torno al 100%. "Hay 14 poblaciones secundando masivamente la huelga general convocada por los sindicatos. Creo que tiene que ser un aldabonazo para que la Junta y la administración central vuelvan a mirar a la Bahía de Cádiz", defendió ante 300 manifestantes el secretario provincial de Comisiones, Manuel Ruiz.
La huelga había sido convocada en todos los municipios donde residen los 1.600 operarios de Delphi. Son seis municipios de la bahía gaditana, Cádiz, San Fernando, Puerto Real, Rota, El Puerto, Chiclana; cinco de la comarca de la Janda, Paterna, Medina, Benalup, San José del Valle y Conil; además de Jerez, Sanlúcar y Chipiona. El seguimiento fue especialmente elevado en la bahía gaditana y Jerez. En el resto fue menor, y en otros como Benalup apenas se sintió el paro.
Los sindicatos cifraron en un 85% el seguimiento de la huelga en centros de enseñanza pública y concertada. La presencia de alumnos en las aulas fue mínima. La Universidad gaditana permaneció completamente cerrada. Los transportes urbanos, la sanidad y la administración decretaron servicios mínimos.
La huelga general había sido rechazada desde días antes por la Confederación de Empresarios de Cádiz. Ayer su secretario general, Javier Sánchez, criticó este paro por entender que "no resuelve el conflicto y, además, lo agrava porque la imagen de la bahía ha vuelto a verse perjudicada". Sánchez denunció que los piquetes "amenazaron" a numerosos empresarios para obligarles a cerrar y, aunque aseguró que se resistía a entrar en una batalla de cifras, dudó del alto seguimiento aportado por los sindicatos. "Ha habido una intensa actividad de puertas para dentro en muchos sitios", sostuvo.
Mientras la huelga perdía intensidad, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciaba en el Congreso que ha ordenado a la Abogacía del Estado que se persone en el proceso judicial abierto por la empresa en los juzgados de lo Mercantil de Cádiz para declarar la insolvencia de su factoría en Puerto Real. ""No vamos a fallarles", aseguró.
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