Guillermo rompe con Kate

El noviazgo más prometedor y aparentemente estable de la monarquía británica ha llegado a un sorprendente final. El príncipe Guillermo y Kate Middleton han roto sus relaciones. La inesperada noticia la adelantó ayer el sensacionalista The Sun y fue confirmada después por amigos de la pareja.

Clarence House, residencia oficial del príncipe de Gales y de sus dos hijos, Guillermo y Enrique, mantuvo un estricto silencio. El segundo en línea a heredar la corona británica aún no había pedido la mano de su íntima amiga y sus problemas de corazón son, oficialmente, asuntos privados. Pero el noviazgo era muy público y su ruptura ha hecho añicos las ilusiones de una gran parte de la sociedad británica.

Veían en Kate la perfecta esposa del futuro rey. El acoso de la prensa amarilla sobre la pareja unido a los rigores de la carrera militar del primogénito de Carlos y la desaparecida Diana han provocado, según The Sun, el fin prematuro de la relación. También se apunta a las pocas prisas de Guillermo por llevar al altar a su chica. El príncipe tiene 24 años -uno menos que Kate- y quiere al parecer preservar su soltería hasta acercarse a los 30. Iba dejando huellas de su interés por otras jóvenes en recientes noches de farra con sus compañeros del cuartel de Bovington, en la campiña de Devon, donde sigue un curso como oficial del Ejército británico. Su novia, mientras tanto, tenía que vadear sola la intrusión de las cámaras.

Kate Middleton era noticia a todas horas, como en su día lo fue la princesa de Gales, y el mes pasado presentó su primera queja oficial por acoso contra un tabloide, el Daily Mirror. Ayer se refugió en casa de sus padres, unos millonarios sin vínculos de sangre con la nobleza que habían acogido a Guillermo como a un hijo. La pareja se conoció, en 2001, en la Universidad de Saint Andrews (Escocia). A Kate se le reconoce el empujar a Guillermo a concluir sus estudios que a punto estuvo de abandonar a mitad de carrera.