Touriño advierte a los interinos que se acabó entrar "por la puerta de atrás"

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, proclamó ayer su compromiso con el derecho de todos los ciudadanos a ingresar en la función pública de acuerdo con los principios de publicidad, transparencia y mérito. "Se acabó entrar por la puerta de atrás. Con este Gobierno no se entra a dedo ni se recluta a dedo", subrayó el presidente en referencia a las demandas del personal interino de la Xunta. Precisamente ayer los sindicatos denunciaron una carga policial en San Caetano que según la Xunta fue un "desalojo progresivo" de un grupo de manifestantes.

Touriño, que en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta afirmó desconocer lo ocurrido, se mostró indignado cuando un periodista le aseguró que los sindicatos le atribuían la responsabilidad de haber dado a la policía la orden de cargar contra los empleados públicos. La acusación, subrayó categóricamente, "es falsa, improcedente e indigna".

El presidente se preguntó cuántas manifestaciones se produjeron en la época de Fraga en la puerta de acceso a la sala en la que se celebran los consellos de la Xunta y aseguró que ahora son posibles y lo seguirán siendo gracias "al Gobierno del cambio". "Hay libertad absoluta", afirmó.

Touriño, sin embargo, no quiso dejar pasar la ocasión sin pronunciarse sobre el fondo de las demandas sindicales. Y lo hizo para proclamar que "con este Gobierno habrá publicidad, transparencia y mérito como requisitos para entrar en la Xunta". Ahora "no se entra a dedo, no se recluta a dedo, no se entra por la puerta de atrás y no se adquieren derechos para seguir entrando por la puerta de atrás. Eso se acabó".

El nuevo Gobierno, añadió, está comprometido en garantizar "los derechos de todos los ciudadanos: todos tienen derecho a acceder a la función pública". "Sé que eso tiene un coste", admitió, "pero lo digo desde la responsabilidad de hacer cumplir la ley".

Carga policial

Los sindicatos CIG, UGT,CC OO y CSIF aseguran que la policía cargó contra los empleados que se manifestaban en el patio interior de San Caetano desde el que se accede a la sala en la que se celebran los consellos de la Xunta. Los representantes de los trabajadores tacharon de "desproporcionada" la acción policial, que se saldó, según sus datos, con cuatro personas heridas que han presentado denuncia en comisaría.

El responsable de Administración de CC OO, Emilio Doforno, confirmó a Europa Press que la concentración había sido convocada para protestar contra la oferta de empleo de la función pública que finalmente aprobó el Consello de la Xunta. Esta convocatoria incluye 1.035 plazas, más del doble que el año anterior, de las que 477 corresponden a la administración general, 179 a la administración especial y 301 a promoción interna. Un 7% están reservadas para personas con discapacidad.

Fuentes sindicales aseguran que los concentrados, aproximadamente medio centenar, no impedían la celebración del Consello ni suponían ningún riesgo para los miembros del Gobierno, por lo que la actuación policial no tiene justificación.

A diferencia de lo manifestado por el presidente, un portavoz de la CIG aseguró que las protestas de empleados públicos en ese patio y ante la sala de consellos se remontan a la etapa de Gobierno de Manuel Fraga.

La Consellería de Presidencia negó a través de un comunicado que se hubiese producido una carga policial y definió la actuación de los agentes como un "desalojo progresivo" de las personas que se habían concentrado en las inmediaciones de la sala de consellos. Según el departamento que dirige José Luis Méndez, la policía hizo una "utilización mínima de la fuerza necesaria" para retirar a los concentrados uno a uno, "en algunos casos sujetos por el brazo".

El motivo del desalojo, asegura la nota de la Consellería de Presidencia, fue la reiterada negativa a abandonar el lugar una vez constatado que el desorden y los gritos trascendían en el interior de la sala en la que se celebraba el Consello.

Los heridos, según la Xunta, lo fueron por esguinces, aunque los sindicatos sostienen que al menos una persona tuvo que ser evacuada a un hospital con una muñeca rota.