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Reportaje:

Guante de seda, mano de hierro

Los técnicos del Barça meditan no dar tanta libertad a los jugadores si no llegan los resultados

La Liga está en un puño. El Madrid se ha subido al carro del título y está a dos puntos del Barça. La derrota en Zaragoza ha encendido todas las alarmas del Camp Nou y los técnicos meditan dar un cambio de timón en su forma de gestionar el vestuario. Eusebio Sacristán, ayudante de Frank Rijkaard, admitió que el cuerpo técnico está en el dilema de seguir confiando en el proceder de los futbolistas o bien recurrir a métodos más expeditivos. "Este sistema nos ha dado buenos resultados, pero quizá es el momento de revisarlo. Hay que ver si seguimos dando libertad y responsabilidad a los jugadores o cambiar de dinámica y empezar a exigir un poco más", dijo en un mensaje que delata la indulgencia del cuerpo técnico.

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La revelación de Eusebio se produjo horas después de que el presidente Joan Laporta acudiera al vestuario para hablar, como suele hacer a menudo, con Rijkaard y el director deportivo, Txiki Begiristain. Eusebio subrayó que la reflexión no viene motivada por ninguna instrucción de la junta, pero no es ningún secreto que la derrota en Zaragoza ha colmado la paciencia de diversas instancias del club. El Barça no encadena tres victorias desde noviembre y no ha dado el golpe de jerarquía que se le supone a un equipo campeón. Parece que algo se mueve: en el ensayo de ayer, Rijkaard interrumpió el entrenamiento hasta cinco veces. No todos los jugadores estaban en el césped: Ronaldinho sigue con fiebre y Deco participó sólo 25 minutos tras dos días de fiesta y de tener el martes permiso del club.

Mientras los técnicos se plantean recurrir a la mano dura, dos jugadores salieron en defensa de la actual filosofía. Ezquerro elogió el proceder de Rijkaard y Sylvinho apuntó: "No se trata de un toque de atención. Hay que seguir trabajando en esta línea". Aquejado de una tendinitis que le impidió jugar en Zaragoza, Eto'o contribuyó a enrarecer la atmósfera del vestuario. "He vuelto, pero no del todo. Desgraciadamente, he vuelto a lesionarme", dijo el camerunés el martes en el programa Buenafuente, de Antena 3 TV. Lejos de morderse la lengua, retomó la línea de sus explosivas declaraciones de hace dos meses cuando acusó a Ronaldinho de entrenarse poco y a Rijkaard de ser mala persona por difundir que se negó a jugar ante el Racing. "Sólo he fallado una vez cuando ataqué al Madrid en la celebración de la Liga. En el resto ha respondido a las acusaciones. Si me acusas con una bala yo te tiro una bomba. Nunca he mentido porque no me gustan las mentiras. Pero tampoco soy un policía que juzgue a la gente", afirmó. Y luego, sin citarlo, lanzó dos dardos a El Gaucho. "¿Que qué pienso de los jugadores que se apalancan?", se preguntó. "Si fuese por mí, los que se apalancan que se busquen otra cosa". Y acabó con esta guinda: "En el mundo del fútbol hay túneles, sombreritos... pero el objetivo siempre es marcar gol".

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