"De la fama no voy a vivir"
Stoichkov, nuevo técnico del Celta, se presenta en medio de una gran expectación y recuerda a su plantilla que "en el fútbol hay que disfrutar"
Panem et circenses. El público de Vigo pedía espectáculo y lo va a tener. Hristo Stoichkov, el sustituto del discreto Fernando Vázquez, llegó ayer a la ciudad deportiva del Celta en traje de chaqueta, entrenó al equipo enfundado en un chándal y se presentó en la sala de prensa en pantalón corto, con la equipación oficial celeste y con su característico gesto de brazos a lo chulapón, como ante un duelo a pistola. El primer impacto mediático estaba logrado. El búlgaro dirigió ayer su primer entrenamiento con la plantilla céltica, en puestos de descenso a Segunda y aquejada de una indolencia preocupante en algunas de sus figuras.
Llegar a la ciudad deportiva de A Madroa, a varios kilómetros del centro de la ciudad, es un camino tortuoso por el monte, pero no fue obstáculo para los varios cientos de aficionados que se desplazaron para observar y animar al ex seleccionador de Bulgaria y uno de los primeros espadas del dream team de Johan Cruyff. Pocas veces se concentraron tantas cámaras en la sala de prensa del Celta. "De entrada, ya hemos generado una expectación", explicó el presidente del club, Carlos Mouriño, como botón de muestra de lo que espera de Stoichkov, que no obstante todavía no reúne ningún aval de importancia como entrenador de fútbol. Pero desde hace unos meses no se habla de técnica o de estrategia sino de ponerle garra a este deporte. Por eso la afición se vuelca ciegamente con el ex delantero azulgrana.
"El fútbol es disfrutar y mostrar el domingo lo que se ha hecho durante la semana metiendo un gol más", explicó el nuevo técnico celeste, que en un alarde de optimismo se dio por salvado del descenso. Le da lo mismo que el choque del próximo domingo sea contra el eterno rival, el Deportivo. "A mí eso no me importa, incluso me motiva, ahora sólo pensamos en ir partido a partido", replicó tras admitir que existe un cierto desánimo en la plantilla. Sobre su marcha de Bulgaria, Stoichkov argumentó que en una competición liguera aprenderá mucho más que "jugando un partido al mes". "Yo de la fama no voy a vivir", contestó a los que preguntaban sobre la influencia de su pasado.
En medio de este derroche de optimismo apareció la mesura de Borja Oubiña. El capitán céltico, un jugador tan interesante por su juego como por sus declaraciones, recibió con hospitalidad al nuevo técnico, pero se puso muy serio para pedir sensatez a todas las partes. "Aquí los mayores responsables de esta situación somos también todos los jugadores", recordó ante el asombro de todos los que esperaban más regocijo en la fiesta.
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