Lakovic decide el duelo Scola-Navarro

Cuando se recuerde, el partido de ayer en el Buesa Arena tendrá el nombre de Lakovic. Un triple sobre la bocina, desde unos siete metros, siempre pasa a la historia, aunque sea la historia rutinaria de la Liga regular, antes de los definitivos play offs. También pasará a la historia por ser el primero que ganó Dusko Ivanovic a su ex equipo tras ocho derrotas anteriores a la victoria de ayer. Y porque Lakovic marcó tres puntos decisivos, cuando en todo el resto del partido tan sólo había conseguido otros tres, es decir, que el protagonismo le correspondió a un actor muy secundario.

Porque, en verdad, el partido tuvo otros actores. El Tau, como es habitual, apeló a Luis Scola para que le sacara las castañas del fuego en la pintura, con sus reversos, con sus duelos físicos con los pívots barcelonistas. Los ganó casi todos, porque el argentino maneja muchas lecciones en la bombilla esté quien esté a sus espaldas. El Barça, más limitado en esa faceta (a pesar de la envergadura de Marconatto), apeló a otro clásico, Navarro, que apareció sobre todo cuando se le esperaba, en el tercer cuarto y de ahí hasta el final. La Bomba fue el antídoto de Scola. No se encontraron sobre el parqué pero intercambiaron canastas y estados de ánimo. Sin duda, eran los jefes del encuentro. Scola puso en órbita al Tau, que casi siempre fue por delante, y Navarro resistió el empuje de los de Maljkovic hasta devolver al Barça, en definitiva, a la jerarquía del marcador para enfilar el apasionante último cuarto.

Probablemente, al Tau le perdió no la canasta de Lakovic sino dos aspectos básicos: el desacierto en los tiros libres (17 de 26) y la falta de tiro exterior (tres triples de 13). No es que el porcentaje de acierto en tiros libres fuera malo, sino que ahí tuvo muchos puntos disponibles que no supo aprovechar, especialmente en los momentos sensibles del encuentro. A veces prevalece la oportunidad sobre los porcentajes. Y en eso fallaron Rakocevic y Splitter cuando el Barça dependía de su error o de su acierto para sobrevivir en el partido. Hasta entonces, ambos equipos propusieron un partido frenético, con alternativas, con variedad. Un encuentro que jamás se rompía a favor de nadie y que proponía casi desde el principio un desenlace misterioso.

El Barça apelaba al tiro exterior, mientras el Tau reclamaba el interior. Cada cual con sus armas, representadas por Scola (27 puntos) y Navarro (25) como generales de su batallón. Y yendo y viniendo, se llegó a la última jugada. Splitter falló un tiro libre que hubiera convertido el triple final de Lakovic en un anuncio de prórroga. Y, como falló, el Barça ganó con esa canasta salvadora de un jugador anecdótico. Y tras la segunda derrota del Tau en Vitoria

el Real Madrid vuelve a ser el líder. Y como líder de la ACB acudirá a Charleroi, donde el martes disputará la final de la Copa ULEB ante el Lietuvos Rytas de Lituania.