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Reportaje:Golf | Comienza el Masters de Augusta

"Que salgan del búnker con un hierro ocho"

Ballesteros y Olazábal resaltan la importancia de las nuevas tecnologías en su deporte

Carlos Arribas

José María Olazábal -"de salud estoy bien; del resto, fastidiado", se presenta- y Severiano Ballesteros -"me he podido entrenar poco y no competir durante tanto tiempo me puede pasar factura", dice-, dos de los cuatro españoles participantes en el Masters -los otros son Miguel Ángel Jiménez y Sergio García-, llegan al torneo con la misma mentalidad, la misma idea, la de intentar pasárselo bien, divertirse sin presión, en un torneo que los convirtió en grandes. Por eso quizás, mientras Ballesteros habla de su década dorada, Olazábal recuerda que, habiendo hecho lo que ha hecho en Augusta, puede darse el lujo de llegar con la tranquilidad de quien no tiene nada que demostrar y que los recuerdos estupendos le proporcionan paz. Y, como ambos han sido representantes extraordinarios del juego de clase, toque, talento e imaginación, también los dos hablan de cómo las nuevas tecnologías de palos y bolas suplantan a veces la mano del golfista dando ventaja a los que en vez de manos tienen músculos.

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"Yo limitaría a 12 el número de palos que se pueden llevar en la bolsa", dice Ballesteros, quien ya hace tiempo también habló de hacer más grandes las bolas y reducir su número de hoyuelos para que volaran menos. "Y haría que el wedge más plano tuviera como máximo 54 grados. Si es que he visto la bolsa de Mickelson y tiene cuatro wedges, uno de ellos de 62 grados, y el mérito está no en manejarse con eso, sino en sacar la bola del búnker con un hierro ocho como hacía yo".

Olazábal no ve posible la idea. "Los fabricantes no aceptarían bajar de 14 palos porque venderían menos", dice el guipuzcoano, quien está de acuerdo en que los nuevos palos han ayudado a mejorar el juego, pero no cree que sea fundamental. Aunque en 1994 Olazábal fue el primer ganador del Masters que usó una madera metálica, él, en realidad, junto a Bernhard Langer y Davis Love, fue de los últimos en dar el salto al nuevo material. Como ahora, que será también de los últimos en usar wedges y hierros con ranuras en u, que permiten un control absoluto y darle giro a la bola aun en el rough más profundo. "Y así sólo te preocupas de la distancia".

Severiano Ballesteros saca su bola ayer de una trampa de arena.
Severiano Ballesteros saca su bola ayer de una trampa de arena.EFE

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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