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Reportaje:Fútbol | Copa de la UEFA: ida de los cuartos de final

"Todo se resolverá en Pamplona"

Osasuna confía en su "bloque" para salir airoso del duelo con el Bayer Leverkusen

Michael Skibbe, el técnico del Bayer Leverkusen, y Cuco Ziganda, el de Osasuna, tienen bastante en común. Ambos son jóvenes (42 años recién cumplidos el alemán y 41 y pico el español), ex jugadores y militaron en clubes ajenos a los que dirigen. Skibbe jugó en el Schalke, lo que en Leverkusen significa algo así como entrenar al Madrid tras haber jugado en el Atlético. Ziganda se formó en Osasuna, pero triunfó especialmente en el Athletic. Pero sus coincidencias, el día anterior a su enfrentamiento de ida de los cuartos de final de la Copa de la UEFA en el Bay Arena, fueron mucho más lejos. Skibbe valora sobre todo "la estabilidad defensiva de Osasuna y la capacidad de sus jugadores para jugar a la contra". Y Ziganda lo reafirma: "Nuestra principal arma es el bloque".

Cuando se avanza un poco más en los valores individuales del rival, los nombres propios se extravían de las consideraciones generales. Para Ziganda, el punto neurálgico del Bayer está en el centro del campo: "Rolfes, Schneider [elegido jugador de moda en la Bundesliga] y Barbarez son los que dan estabilidad al equipo. Si paramos esa línea, habremos hecho el primer trabajo". Para Skibbe, el bloque y el equilibrio de Osasuna son lo fundamental, pero luego destaca a Webó y Soldado "como principales individualidades", amén de su estrategia a balón parado.

El Bayer sigue siendo un grande de Alemania, pero le faltan títulos (Copa de la UEFA de 1988 y Copa nacional de 1993). Atrás quedaron los tiempos de Ballack, Paulo Sergio, Emerson, Zé Roberto, Lucio y compañía en su máximo esplendor, pero sancionado con su año horrible: 2002. Entonces perdió su Liga en el último partido, la Copa y la Copa de Europa por culpa de la famosa volea de Zidane en Glasgow. A partir de ahí se ha contraído con una plantilla menos lustrosa, un presupuesto menor y jugadores de más calidad, pero en la recta final de su carrera. Para colmo, su delantero estrella, el ucraniano Voronin, jugará el próximo curso en el Liverpool.

Ziganda y Skibbe coinciden en más cosas, En pensar, por ejemplo, que la eliminatoria no tiene favoritos y que se decidirá en Pamplona. Tampoco adelantan el equipo ni resuelven, de momento, sus dudas, fruto de lesiones y decisiones tácticas. Hasta en el atuendo con el que salieron a la sala de prensa del Bay Arena: Skibbe, con camiseta rosa y zapatos deportivos; Ziganda, en chándal. La parafernalia pasó a mejor vida.

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