Globos dirigibles facilitan la captura de imágenes aéreas

El fotógrafo Fernando Paúles, aunque se dedica a la fotografía aérea, podría permitirse tener vértigo porque dispara su cámara a 300 metros de altura sin que sus pies dejen de tocar el suelo. Un ligero globo aerostático de tres metros de largo y 1,5 metros de diámetro se encarga de subir una pequeña cámara compacta de fotografía digital que se acciona desde abajo por medio de un mando de control remoto. "Un reportaje desde una avioneta puede costar 1.200 euros y una cuarta parte si se hace con el zepelín. Además, se localiza de forma mucho más exacta el objeto a fotografiar y no hace falta estar pasando por encima una y otra vez".

El pasado mes de octubre, un cliente pidió a Paúles un reportaje aéreo. Consultó el precio para contratar una avioneta y, al ver que no le salían las cuentas, decidió buscar otras opciones en Internet. "Encontré una empresa en Barcelona que fabricaba los globos y compré uno". Contando el remolque para el transporte, el globo, las cámaras, ordenadores y demás, la inversión total es de alrededor de 30.000 euros. En diciembre, decidió comprar el globo. "Es necesario invertir en nuevas ideas porque la fotografía tradicional está en extinción y no es fácil vivir del reportaje".

"Un estudio indicaba que en España cerrarán el 40 % de las tiendas de fotografía entre 2006 y 2007. La revolución digital ha sido tremenda. Apenas se venden carretes. El 80% del revelado en papel proviene de soportes digitales. Y el 20% analógico es de cámaras de usar y tirar", asegura Fernando Paúles (Tardienta, Huesca, 1960), quien lleva más de 28 años de fotógrafo profesional.

"Trabajé 10 años para prensa y desde siempre en la BBC (Bodas, Banquetes y Comuniones)". Ahora tiene dos tiendas de fotografía en Huesca y desde hace unos meses ofrece la posibilidad de realizar reportajes desde el aire. "Este tipo de trabajo tiene muchas posibilidades: desde urbanizaciones de viviendas y edificios en construcción, hasta seguimiento de plagas, imágenes de campos para la concentración parcelaria y, por supuesto, publicidad".

El zeppelín

El globo se llena con 2,5 metros cúbicos de helio, "un gas inerte que no contamina y no es inflamable. Cada carga cuesta más de 100 euros, por eso llevamos el globo en un remolque". Paúles emplea una cámara Canon 900 Ixus 900 Ti de 10 megapíxeles. "Es muy ligera, pesa alrededor de 180 gramos. El globo soporta hasta 300 gramos, pero es mejor no pasarse, por si acaso".

Mientras Ana, su ayudante, deja correr la sirga que sujeta el zepelín para que se eleve, Paúles maneja con destreza los joystick de la caja donde están alojados los controles remotos que le permiten girar hasta 360 grados en horizontal y 90 grados hacia arriba y hacia abajo. Visualiza la imagen en la pantalla del control remoto, encuadra y dispara. "Lo más complicado es adaptar los mecanismos de zoom y disparo para que funcionen de forma remota", asegura.

El fabricante ha acertado porque funciona perfectamente con un sistema remoto " que se acciona con facilidad". El zepelín soporta hasta vientos con una velocidad de 25 kilómetros por hora. Paúles acaba de comprar una nueva cámara Canon Ixus 850 IS, que incorpora un estabilizador de imagen que le permitirá trabajar con el mismo sistema de control remoto aunque el viento mueva un poco el globo.

Entregan el reportaje en papel y CD en un plazo máximo de 72 horas. El coste medio suele ser de alrededor de 300 euros. "En España no hay muchos fotógrafos de zepelín. Alrededor de 20 fotógrafos hemos constituido Anefad, Asociación Nacional de Fotografía Aérea con Dirigibles, para mantener contactos con AENA y con los gobiernos de las Autonomías, y también para poder ofrecer trabajos de cobertura nacional. Se trata de colaborar con los otros asociados para realizar trabajos en toda España sin tener que hacer grandes desplazamientos.

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