Los muertos por accidente de tráfico en carreteras secundarias se duplican

El frenazo a la reducción de accidentes de tráfico del mes de marzo tiene una explicación: la siniestralidad en las carreteras secundarias se ha duplicado. En el primer trimestre de 2007 han fallecido en este tipo de vías 32 personas, frente a las 16 del año pasado. El director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Josep Pérez Moya, pidió ayer la "máxima prudencia" ante una Operación Salida de Semana Santa que se presenta "muy conflictiva".

Pérez Moya se mostró "preocupado" por el resultado de los accidentes del pasado fin de semana, primera fase de la Operación Salida: murieron siete personas, tan sólo dos menos de las que fallecieron en toda la Semana Santa del año pasado. Esto, después de un mes de marzo que ha roto la evolución positiva de los últimos meses, en especial a partir de la entrada en vigor del carnet por puntos en julio de 2006.

El descenso del número de víctimas en autopistas y autovías entre enero y marzo (de 72 a 52) se vio eclipsado por la elevada mortalidad en vías de menor rango. "En la red principal hay mayor control y más presencia policial. Por eso pedimos a los conductores que extremen las precauciones en la red secundaria y en los desplazamientos cortos", señaló el director de Tráfico en rueda de prensa.

A las dos de la tarde del Jueves Santo se iniciará la Operación Salida, que se dará por terminada el mediodía del viernes. En apenas 20 horas, Tráfico prevé que se desplacen unos 550.000 vehículos. La inmensa mayoría (unos 400.000) saldrá de Barcelona y su área metropolitana. La cifra es algo inferior a la registrada el año pasado porque, de acuerdo con los cálculos del SCT, uno de cada cuatro viajeros que salieron el último fin de semana se quedaron ya en su destino de vacaciones.

"Habrá desplazamientos hacia la montaña y los Pirineos, pero también hacia la costa", aseguró Pérez Moya. La climatología de los próximos días acabará de concretar cuál es el flujo principal de circulación. En todo caso, Tráfico prevé que haya tramos especialmente conflictivos en algunas carreteras catalanas; por ejemplo, en la B-23 entre Barcelona y Sant Feliu, en la AP-7 en su tramo sur o en la C-32 entre Castelldefels y Sant Pere de Ribes (véase gráfico).

Controles de tráfico

Para paliar en lo posible las retenciones y prevenir accidentes, Tráfico instalará un dispositivo especial con 1.772 puntos de control. "Habrá controles de alcoholemia, de velocidad y de uso del casco y el cinturón", detalló el jefe de la división de Tráfico de los Mossos d'Esquadra, Sergi Pla. Los 408 agentes de la policía autonómica que vigilarán las carreteras cada día hasta el lunes se instalarán en las vías principales "los días en que haya más desplazamientos", y en las secundarias "durante los días centrales de las vacaciones", añadió Pla.

Si la salida se adivina complicada, el retorno también será "muy complicado", sostuvo Pérez Moya. En 24 horas -de la noche del domingo a la del Lunes de Pascua- circularán 770.000 vehículos. Tráfico habilitará casi 50 carriles adicionales para facilitar el regreso. Sin embargo, este año existe un "conflicto añadido": decenas de puntos de la red viaria catalana están en obras. Pérez Moya pidió "especial precaución y paciencia" a los usuarios de la C-16 entre Puig-reig y Gironella, ya que las obras harán que sólo pueda utilizarse un carril.