Ignasi Fina, un referente de la medicina laboral y la salud pública

Ayer, en una tarde de primavera, murió Ignasi Fina, l'Ignasi, al no superar las consecuencias de un ataque al corazón que padeció hace unas semanas. Ignasi Fina, el doctor, el comunista nacionalista, el concejal de la participación en salud pública... ha sido un personaje especial.

Nació en Barcelona en 1944 y, tras licenciarse en Medicina en 1973, se doctoró dos años después, se especializó en Medicina Laboral y Salud Pública. En 1980 creó el primer Centro Municipal de Salud Laboral en el Ayuntamiento de Barcelona, con Pasqual Maragall como alcalde. Desde esa responsabilidad, y durante toda su carrera profesional de medicina del trabajo, fue pionero y promotor de la lucha a favor de la salud de los trabajadores.

Un ejemplo de ello fue la denuncia de los efectos cancerígenos del amianto y de otros materiales utilizados en la construcción, hasta su prohibición. Su gabinete profesional, que dirigió hasta que fue elegido concejal, ha sido modelo y referencia en defensa de los intereses y derechos de los trabajadores en todo tipo de litigios para el reconocimiento de situaciones de incapacidad e indemnizaciones por enfermedades profesionales.

Fina cursó sus estudios en una de las etapas más duras de la dictadura. Fue uno de los fundadores del Sindicat Democràtic d'Estudiants de la Universitat de Barcelona (SDEUB). Continuó su lucha contra el franquismo y por las libertades democráticas y nacionales, incorporándose al Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) en la clandestinidad, donde ejerció, entre otras responsabilidades, las de propaganda y cultura de la célula de la Facultad de Medicina.

Fue represaliado por un tribunal militar que lo condenó a prisión en la isla Conillera (Baleares), durante un par de años.

Su apellido, Fina, es sinónimo de lucha contra el franquismo y de compromiso con la clase obrera. Ignasi Fina pertenece a una familia muy reconocida en Barcelona por su compromiso con los movimientos sociales, sindicales y culturales de carácter progresista. Quiero recordar hoy, también, a su hermano Albert, apreciado abogado laboralista que murió hace unos años.

Después de su paso por el PSUC, Ignasi estuvo vinculado un tiempo a Nacionalistes d'Esquerres y después ingresó en el Partit dels Comunistes de Catalunya (PCC) y en Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), del que era miembro de su Comisión Nacional.

En 2003 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Barcelona por la coalición ICV-EUiA, y asumió la concejalía de Salud Pública desde donde priorizó la salud laboral con la recuperación del Consejo Asesor de Salud Laboral; promovió jornadas de participación; creó el grupo de salud del Consejo Municipal de Bienestar Social y promocionó los consejos de salud de distrito. Era patrón del hospital de Sant Pau, institución que ha acogido a l'Ignasi en sus últimas horas.

Los comunistas, los hombres y mujeres de izquierdas y las gentes que apuestan por la salud de las personas y por la salud pública, hemos perdido una referencia.

Jordi Miralles i Conte es coordinador general de EUiA