La difusión internacional del español
En los excelentes artículos de José Luis Barbería dedicados al futuro del español como lengua internacional (Babelia, EL PAÍS de 24 de marzo de 2007, páginas 10 a 13) se echa de menos alguna referencia al esfuerzo sostenido y creciente que, con miras a esa internacionalización de nuestra lengua, lleva a cabo el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC).
En efecto, a través de su red de centros docentes de titularidad estatal o mixta; de las Secciones Internacionales Españolas y las Secciones Bilingües, integradas en centros extranjeros de Segunda Enseñanza; de los cursos de formación de profesores extranjeros de español; de los llamados programas de profesores visitantes en EE UU y Alemania (los cuales movilizan a centenares de jóvenes licenciados españoles que, al tiempo que difunden nuestra lengua, aprenden la del país de destino) y un largo etcétera, el MEC ha extendido su acción educativa a casi una treintena de países.
Quienes desde hace lustros nos dedicamos, en la medida de nuestras posibilidades, a impulsar la enseñanza del español como lengua extranjera, apreciamos este gran esfuerzo que realiza el ministerio, "una labor quizá poco conocida, pero de muchísimo calado", como se dice con acierto en la valiosa publicación El mundo estudia español, MEC, Madrid (edición de 2006).
