Cruzar la Castellana bajo tierra

Desde ayer los conductores podrán circular por el túnel de salida de Pío XII. Un subterráneo, de 1.629 metros, con forma de pulpo por la cantidad de ramales de acceso y salida que tiene. La nueva vía afectará a los 375.000 vecinos de los distritos de Fuencarral y Hortaleza.

La infraestructura inaugurada ayer conecta la avenida de Monforte de Lemos y la calle de Sinesio Delgado con el paseo de la Castellana, la avenida de Pío XII y la M-30 mediante tres carriles.

Este nuevo tramo se une al túnel, abierto el pasado julio, que discurre por el antiguo subterráneo y une los distritos del este y el oeste. Desde una vía que conecta la avenida de Burgos, la avenida de Pío XII y la M-30 hacia Monforte de Lemos, al lado de las obras de las cuatro torres de la ciudad deportiva.

La nueva infraestructura completada ayer podrá absorber cerca de 44.000 vehículos diarios, según cálculos municipales. La inversión total de ambos túneles, unidireccionales, supera los 156 millones de euros, y se han prolongado durante 27 meses.

Para construir el túnel se han tenido que superar las 18 vías de ferrocarril de la estación de Chamartín.

Dentro de la ronda de estrenos de nuevas calzadas, el Ayuntamiento anunció que también se abrió ayer al tráfico un nuevo vial que conecta Montecarmelo con la M-40, salvando las vías del tren. Estos túneles, junto con el de La Paloma y el futuro anillo distribuidor bajo la antigua ciudad deportiva, facilitan la circulación entre los nuevos barrios.