Ibarretxe reitera en su segunda declaración ante el juez que seguirá hablando con Batasuna

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, y los miembros de Batasuna Arnaldo Otegi y Rufino Etxebarria declararon ayer por segunda vez ante el juez instructor de la causa que se sigue contra ellos. Esta vez fue por la ampliación de la querella del Foro Ermua, al haberse conocido nuevas reuniones. Ibarretxe y los dirigentes abertzales reconocieron en sendas declaraciones ante la sala haberlas mantenido y las justificaron. Ibarretxe se negó en esta segunda ocasión a responder a las preguntas que le fueron planteadas, igual que hicieron los abertzales ya en su primera citación y repitieron ayer.

Fue de nuevo una mañana de concentraciones, abucheos, intercambio de insultos, e incluso una agresión, en los aledaños del Palacio de Justicia de Bilbao. Por la puerta trasera entraron a las 10.30 Otegi y Etxebarria, entre los gritos de dos centenares de simpatizantes, que portaban carteles contra la Ley de Partidos y por un acuerdo político.

Otegi coincidió con esos lemas en sus declaraciones. "Estamos ante una coyuntura política muy importante" ante la que no valen recetas viejas como "ilegalizaciones ni represión" y se hace preciso un acuerdo entre las formaciones vascas, dijo.

Sus simpatizantes increparon a los miembros del Foro Ermua y de la asociación Dignidad y Justicia, a quienes finalmente el juez instructor, Roberto Sáiz, admitió en la declaración, pese a rechazarlo la defensa de Ibarretxe.

Cuando Otegi y Etxebarria se marchaban, a los suyos los relevaban ya, en la puerta principal, los concentrados en apoyo al lehendakari, que estaba citado a las doce. Ibarretxe saludó a varios cientos de manifestantes; entre ellos, los miembros de las ejecutivas de los tres partidos de su Gobierno. Un grupo de jóvenes vestía camisetas negras con el lema El diálogo no es delito.

El lehendakari no formó esta vez a su Gobierno en fila en la acera ni tampoco acudió acompañado de su mujer. Subió las escaleras del juzgado seguido de todos sus consejeros y éstos permanecieron en una sala durante la media hora de su declaración. Durante la misma, se produjo la agresión a un miembro del Foro Ermua, al que un hombre propinó una patada en los testículos.

El lehendakari se negó esta vez a responder preguntas y se limitó a realizar una declaración ante el instructor y la representación legal de las partes. En la anterior citación, el 31 de enero, por la entrevista que mantuvo con Batasuna el 19 de abril de 2006, Ibarretxe si respondió al interrogatorio del instructor.

Ayer, Ibarretxe reconoció que el 22 de enero pasado volvió a verse con los dirigentes abertzales. "Efectivamente, me reuní con los líderes de la izquierda abertzale o de Batasuna, se llamen como se llamen", dijo, tanto dentro de la sala como ante la fachada de la sede judicial. "Lo estoy haciendo en estos momentos y lo voy a seguir haciendo en el futuro", añadió. Ibarretxe calificó de "obra de teatro sin pies ni cabeza" su encausamiento. El juicio sobre su actuación tiene que producirse en el Parlamento y no en sede judicial, concluyó.

También Otegi y Etxebarria, que en su comparecencia del 30 de enero no pronunciaron palabra ante el instructor, optaron ayer por realizar una breve declaración de un minuto de duración, aunque siguieron sin responder preguntas. Confirmaron la reunión, que llevaron a cabo, dijeron, en el ejercicio de sus derechos civiles y políticos y en busca de una solución al conflicto vasco.

El letrado del Foro Ermua, Fernando García-Capelo, anunció que si tienen noticias de nuevas reuniones volverá a ampliar la querella y ayer mismo pidió al juez que convoque una vistilla para formalizar una petición de medidas cautelares para los dirigentes abertzales. Éstas podrían ir desde la prisión, con o sin fianza, hasta un requerimiento para que se abstengan de toda actividad, explicó el letrado.