Las historias sobre África triunfan en el festival de documentales Play-Doc de Tui

El Festival Internacional de Documentales de Tui cerró anoche sus puertas, después de que unas 7.000 personas, según estima la organización, asistiesen desde el pasado miércoles a las proyecciones y a las diferentes actuaciones y actividades del festival. Anoche se conocieron los diferentes ganadores, siendo las historias rodadas en África las que recibieron el mayor apoyo del jurado. El premio para el mejor largometraje fue para el documental sudafricano The Mother?s house, de François Vester, en el que se sigue a lo largo de cuatro años la historia de una adolescente en la Suráfrica del post-apartheid, en un entorno arrasado por las drogas, la delincuencia y la violencia emocional.

'The Mother's house', de Francois Vester, recibe el premio al mejor largomentraje

Además de este trabajo, el jurado decidió conceder en esta categoría de largometrajes dos menciones especiales, para Sister?s in law, de Kim Longinotto y Florence Ayisi, un documental rodado en Camerún, en el que dos mujeres juezas deciden plantar cara a los casos de abusos sexuales, y An ordinary family, del sueco Fredrik Gertten, sobre la crisis de una familia argentina de clase media.

En la categoría Atlántico, el premio fue para el portugués Jorge Pelicano, por su documental Aínda há pastores?, una historia sobre la extinción del oficio de pastor en las montañas portuguesas de Serra da Estrela. En el apartado de cortometrajes, el primer premio ex aequo, fue para A girl named Kai, de Kai Ling Xue y I want to be a pilot, de Diego Quemada-Díaz, en la que un niño sueña con ser piloto, viendo pasar aviones sobre una miserable ciudad de chabolas, perdida en algún lugar del Este de África.

"Hemos asistido a un gran festival, con una cuidada selección de documentales, variada y alternativa", explica el lucense Pepe Coira, presidente del jurado. Coira destaca "la alta calidad del conjunto de los filmes y la participación entusiasta del público". Las colas para comprar entradas y la sala de proyección -con un aforo de más de 500 personas- siempre llena de espectadores, han sido una de las imágenes de esta tercera edición.

El codirector del Play-Doc, Anxo Sánchez, se muestra orgulloso "de la participación del público, y de que cada vez es más crítico". Sánchez está muy satisfecho de la afición al documental que está generando el Play-Doc. "El público empieza a tener una mirada y un criterio propios sobre el documental, algo que es enriquecedor", explica Sánchez, al mismo tiempo que destaca "el alto grado de fidelización que el festival ha alcanzado con cierta parte del público".

Sánchez, en cambio, no está igual de satisfecho con el apoyo institucional prestado desde las administraciones, que califica de tímido. A los promotores les gustaría disponer de mayor tranquilidad para evitar que la organización siga asumiendo tantos riesgos. Además de la masiva asistencia del público a las proyecciones, también hubo una alta participación en las actividades paralelas del festival, como coloquios o actuaciones musicales, siempre en relación con los diversos documentales proyectados.

La actuación más aclamada por el público fue la de la Mostar Sevdah Reunion, una peculiar banda de Bosnia, que en la madrugada del sábado hizo disfrutar a los asistentes al son de los ritmos balcánicos. La actuación tuvo lugar despúes de la proyección del documental Sevdah, el puente que sobrevivió, alrededor de la reconstrucción del mítico puente de Mostar, con todas las connotaciones étnicas y religiosas de esta ciudad devastada por la guerra a principios de los noventa.

Pese a la debilidad del jurado por las historias procedentes de África, el Play-Doc ha demostrado también que el documental de creación en Galicia está en un buen momento. Junto con Traballadores do Contrabando, de Víctor Coyote, y de Fronteiras, de Rubén Pardiñas, estrenados en Tui con una magnífica acogida del público, cabe mencionar el documental experimental Bs. As., de Alberte Pagán, que recibió el premio Foco Galicia, otorgado por el Consorcio do Audiovisual. El Play-Doc se ha consolidado en esta tercera edición como la gran cita con el documental del noroeste peninsular, y uno de los festivales del género con más proyeccion del Estado.