Feijóo pide a los candidatos del PP gallego que dejen gobernar a la lista más votada
El presidente popular acusa a sus rivales de "revolcarse en los charcos de la difamación"
El presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, lanzó ayer la campaña de las municipales con un órdago: el de dejar gobernar a la lista más votada en los ayuntamientos gallegos. Ante un millar largo de candidatos y simpatizantes del partido, Feijóo aseguró que prefiere el voto de "miles y miles" de gallegos al de un edil de otro partido que pierda las elecciones, y contrapuso esa propuesta con la del Gobierno bipartito de la Xunta. "La suma del PSdeG y el BNG es una resta", criticó. El líder popular denunció una campaña de "difamación y calumnias" contra el PP.
Alberto Núñez Feijóo reivindicó al PP como un "partido ganador", de ahí que planteara a los candidatos a las alcaldías de Galicia, presentes en la convención municipal celebrada en Santiago, el reto de gobernar sólo si representan a la lista más votada. "No necesitamos el voto de otro diputado o concejal que haya perdido, de esos que se unen porque no ganan las elecciones", precisó a sus 315 aspirantes. "Porque creemos en la libertad y en la democracia, os pido un compromiso: dejad siempre que gobierne la lista del candidato más votado", remachó.
El líder popular insistió en su discurso en una supuesta campaña contra su partido, a la que animó a replicar a los dirigentes del PP. "No nos van a amedrentar. Allá los que quieran revolcarse en los charcos de la difamación y la calumnia; cuanto más os insulten, responded con mayor contundencia, pero no con insultos, sino con propuestas en positivo", declaró Feijóo, que se esforzó en dibujar un PP "centrado, galleguista y reformista". Y también "honrado". Enfrente, criticó, se sitúa un partido "que echa a un militante por entrar en una asociación en favor del pueblo israelí", en referencia al Bloque, y otro, el PSOE, "que se aparta del socialismo democrático de Rosa Díez y se acerca a Otegi y De Juana Chaos".
El ambiente del Palacio de Congresos de Santiago, donde se celebró la convención y donde hace 14 meses fue elegido presidente del PP de Galicia, hizo rememorar a Núñez Feijóo aquel congreso del que salió sucesor de Manuel Fraga para emprender "un relevo generacional". "Ahora nos presentamos aquí después de hacer los deberes, en un ambiente en el que se respira ilusión, y no crispación".
El PP también aspira, afirmó, a convertirse en la "esperanza" del mundo rural, que ha presenciado los incendios forestales del pasado verano "sin una sola disculpa, ni un cese, ni una comisión de investigación". O en la de los emigrantes: "Nosotros no jugamos con ellos", aseveró, para criticar a los que "durante 16 años dijeron una cosa en la oposición y hacen otra a los 16 meses de gobernar".
Núñez Feijóo pidió que los emigrantes voten en urna, y que, en campaña, y a partir de ahora, "los alcaldes y consejeros que vayan a América, lo paguen del bolsillo de su partido, no de la Xunta". En el debe del bipartito añadió la crisis del buque siniestrado Ostedijk, que circuló "por rías y puertos", y el retraso del tren de alta velocidad, "que llegará a Galicia 30 años después que a Andalucía".
Luego, Feijóo se vistió el traje victimista para, después de escuchar durante 16 años de mandato del PP acusaciones de sectarismo hacia Televisión de Galicia, declararse objeto de la censura informativa de los medios de comunicación públicos. "Rechazamos la censura, y los intentos de acallar nuestra voz en el Parlamento", declaró, para centrarse en la "manipulación" a la que someten a su partido "los dirigentes de la TVG". Digan Núñez Feijóo y los suyos lo que digan en un acto como el de ayer, vaticinó, su reflejo en el telediario de la televisión autonómica no superará los 20 segundos.
Nada dijo desde la tribuna de oradores del boicot de su partido a los medios de comunicación del Grupo PRISA, en respuesta a las críticas de su presidente, Jesús de Polanco. Sí lo hizo en los pasillos del Palacio de Congresos de Santiago y a preguntas de los informadores, para subrayar su respeto por los profesionales de esos medios, pero también para reclamar a Polanco que "matice" sus declaraciones. "A veces uno se equivoca y no pasa nada por rectificar", agregó. Sobre si piensa seguir el veto, se limitó a responder: "Yo estoy haciendo lo que creo que debo hacer".
Aunque en el programa de la convención no estaba prevista su participación, la secretaria ejecutiva de Bienestar del PP, Ana Pastor, tomó la palabra para denunciar "la política de confrontación de Pepiño Blanco" y el "todo vale" de Zapatero. "Nosotros no estamos por la república, ni por la memoria histórica, ni por el laicismo, sino por las cosas que le preocupan a la gente".
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