Oportunidad sobre la pasarela

Once jóvenes diseñadores de moda presentaron el pasado martes sobre la pasarela cuatro indumentarias completas cada uno de ellos. Son nuevos valores que han sido seleccionados por un jurado de entre más de 100 aspirantes que presentaron sus trabajos para la sección Off de Getxo Moda, un concurso que acaba de concluir su 22ª edición.

Para alguno de los 11 fue su primera experiencia; otros, en cambio, ya han rodado sus creaciones y hasta venden regularmente en tiendas. Sin embargo, todos ellos -seis vizcaínos, dos guipuzcoanos, un navarro, una burgalesa y un canario- acudieron a Getxo buscando una oportunidad. Al final, ganó Miguel Ángel Basail (Pamplona, 1983), quien trabaja los fines de semana como camarero y dedica el resto de los días a la moda. "Estoy empezando, aunque el año pasado me presenté a tres concursos", decía días antes del certamen. En Getxo presentó ropa para mujer de noche, "sobre todo, elegante y sobria, en blanco, negro y dorado". Aunque asegura que "está todo inventado", Basail cree que sus prendas aportan "un estilo concreto".

Lo importante es "tener ganas" y no tomarse la moda "como 'hobby', sino como profesión"

"La gente que puede pagar la ropa de diseño tiene que tener cierto poder adquisitivo"

También es la primera vez que ha participado en Getxo Moda Cristina Calvo (Bilbao, 1979), pero ya ha acudido a otros concursos, como el de Altafulla (Tarragona). "Lo gané y estuve una semana con el diseñador barcelonés Joaquim Verdú", recuerda.

Otra bilbaína Izaskun Ares (1983) se apunta "a todo". Es una de las cuatro modistas que acuden a la cita fotográfica con EL PAÍS. Luce una prenda diseñada por ella misma, un vestido rojo y azul. Tanto Ares como Raquel García Pérez (Barakaldo, 1984) desdeñan la decisión de la Pasarela Cibeles de no admitir a modelos con un Índice de Masa Corporal inferior a 18: "Estar muy delgada no significa no estar sana", apuntan. Sin embargo, aplauden la idea de unificar las tallas de las tiendas. Para García Pérez, la cita de Getxo ha sido su debut en un concurso. "Llevé de todo: vestido, pantalón, camisas, capa... Todo para mujer".

Maider Mazón (Bilbao, 1976), quien con Amaia Samper forma la marca Fulanita y Menganita, ya cuenta con experiencia en vender sus prendas en establecimientos. Asegura que no les piden más allá de la talla 42. "Lo haríamos, pero lo que más piden es la 38". Fulanita y Menganita realizan colecciones completas de temporada y han participado en varios certámenes.

Desde Lanzarote acudió Antonio Santana (1971), también ya introducido en este mundo: "Desde finales de 2006 pertenezco a un programa de diseñadores de Gran Canaria, Moda Cálida". Santana se distinguió en Getxo por unas prendas que mezclan el baño y lo urbano.

Jessica Iturrieta (Bilbao, 1981) ha trabajado con consagradas como Marta Terán y con Vanessa Núñez. Ahora lo hace "en una tienda de novias". Es veterana en Getxo: "Me he presentado desde el primer año para no perder la costumbre de desfilar". Diseña para una mujer joven, pero adulta, con un estatus laboral y, sobre todo, económico. "La gente que va a poder pagar la ropa de diseño tiene que tener cierto poder adquisitivo", explica.

La jornada del martes en Getxo, presidida por los diseñadores noveles, se completó con una pasarela de cinco modistos vascos consagrados: Jota más Ge, Ian Mosh, Estíbaliz Tijero (ganadora de Off Getxo 2005), Mercedes de Miguel y Pilar Nicolás. Clausuró el día un pase de la colección otoño-invierno 2007-2008 de Miriam Ocariz. Ayer fueron los comercios de la localidad vizcaína los que presentaron sus creaciones junto con el diseñador invitado en esta edición, Javier Simorra.

La creatividad vasca en moda no descansa. Surgen nombres nuevos cada año con propuestas interesantes. Miriam Ocariz, Marta Terán, Carlos Díez Díez, Ion Fiz, Ailanto, Alicia Rueda, Jota mas Ge, Mercedes de Miguel son algunos de los ya consagrados, gente que en su día empezó con la misma ilusión y escasos recursos que los principiantes que acuden a Getxo cada año.

Fiz, quien el martes abrió su primera tienda propia en Bilbao (Iparragirre, 38), no ha olvidado sus inicios. "La firma va a hacer seis años. Al principio tuve muchas ayudas, becas, concursos, subvenciones... Lo aproveché todo, pero luego ha sido cuestión de esfuerzo y paciencia". Eso es lo que les recomienda a quienes empiezan: perseverar y no impacientarse. Fiz, quien dice encontrarse "en un momento muy bueno", presentará también en su local ropa de hombre.

Él produce sus colecciones en Barcelona. Ése es el gran problema para los diseñadores vascos: la escasa industria textil en Euskadi. Cristina Cuesta reconcoe que no dispone de colecciones completas porque no tiene cómo confeccionarlas.

"Aquí no existe infraestructura para producir en serie", sentencia Fiz. Sin embargo, el vivero de diseñadores es un hervidero continuo, con ideas frescas. "Aquí no hay industria textil, pero sí un gusto por las artes plásticas. Nos tira la creatividad y de eso trata la moda", explica Fiz. Tanto él como los jóvenes reclaman más ayudas y que se creen talleres o fábricas para poder trabajar en Euskadi. Aunque todos saben que lo más importante es "tener ganas" y no tomarse la moda "como un hobby, sino como una profesión", como dice Fulanita y Menganita. Lo demás, llegará.