El entrenador sin término medio
El Racing se acerca a Europa tras un funesto inicio gracias al aguante de su técnico, Portugal, que a punto estuvo de ser destituido
"Portugal es hoy entrenador del Racing; mañana, no lo sé", sentenció Francisco Pernía, el presidente del club cántabro en octubre pasado, apenas cinco jornadas después del inicio de la Liga. En aquellas fechas, los verdiblancos eran el peor conjunto de la categoría. Habían encadenado tres derrotas consecutivas, sin marcar, y dos empates. Pero, sobre todo, pesaba sobre Miguel Ángel Portugal (Burgos, 1955) la losa de ser la sombra de Juan Ramón López Caro, el entrenador deseado y que protagonizó una espectacular espantá antes de iniciarse la competición. "Fue una etapa de dudas, pero nos encontrábamos muy tranquilos porque nos sentíamos bien dentro del entorno, así que tratamos de abstraernos del exterior", indica Portugal, que se lamenta de que en el fútbol "no haya más perspectiva que lo inmediato". Sólo la falta de predisposición de otros técnicos, como Miguel Ángel Lotina, Mané o Víctor Muñoz, tentados por el club racinguista, evitó la destitución.
"Hoy es entrenador del Racing; mañana, no lo sé", dijo el presidente tras ganar a Osasuna
Portugal, con experiencia únicamente en Segunda División B y Segunda, se enfrentaba a las dudas de un entorno cada vez más hostil. "No me molesta que se criticase que no había entrenador en Primera. Tampoco el presidente del Gobierno, antes de ser elegido, tenía experiencia en ese puesto", reflexiona. "Una cosa es no haber ejercido, y otra muy distinta no estar capacitado", añade el ex jugador del Real Madrid.
Y mientras la directiva rebuscaba un técnico de garantías, el equipo comenzó a reaccionar con victorias y acabó la primera vuelta en la zona tranquila de la clasificación. Nada que ver con lo que ha venido después. Desde que comenzó la segunda vuelta el Racing es, junto a Barcelona y Sevilla, el equipo que más puntos ha logrado (15), lo que le ha aupado a sólo tres de un puesto europeo. "Es cuestión de mucha paciencia y de coherencia que el trabajo rinda sus frutos", explica Portugal, ahora desde la atalaya del octavo puesto. Lo que antes eran menosprecios para el técnico, ahora son piropos. "Creo que hay que saber digerir tanto lo negativo como lo positivo, sin caer en la euforia, con la misma tranquilidad y coherencia. Ahí queda el trabajo", proclama.
Pero para llegar a la euforia, el Racing ha contado con varias aportaciones esenciales. "Los futbolistas veteranos y con experiencia, que saben cómo es este mundo, como Munitis, Scaloni, Colsa o Pinillos, han sido un buen ejemplo para los jóvenes y han sintonizado", indica. "Además, tenemos la referencia de Zigic y Munitis, dos puñales que nos abren y dan sentido a nuestro juego", prosigue.
La afición racinguista se encuentra entusiasmada por ver a su equipo, que ha recuperado su identidad cántabra con las aportaciones de los canteranos y la recuperación de Munitis, Luis Fernández y Colsa. Demasiado acostumbrada a los sinsabores del fracaso, en las últimas ocho temporadas, además de un descenso a Segunda, el mejor puesto conseguido ha sido el decimoquinto, un lugar peligroso. Ahora compite por Europa. "Esperamos superar ese puesto de una vez y terminar una buena campaña, sobre todo para que los aficionados se sientan orgullosos de ser del Racing de Santander", explica Portugal. Sin embargo, su objetivo es más ambicioso: "Me gustaría asentar al Racing en una situación estable de futuro para llegar a lo más alto posible, como han hecho Osasuna, Villarreal o Getafe. Pero, de momento, mi aspiración es la permanencia", concluye el técnico.
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