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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Betty Hutton, 'la bomba rubia'

Actriz, cantante y bailarina, actuó en diversos filmes musicales

El Hollywood clásico de la década de los cuarenta ha perdido a otra de sus estrellas. Betty Hutton, que nunca llegó a explotar todo su potencial debido al casi inevitable encasillamiento al que sometían los grandes estudios a sus estrellas, fue una cantante sobresaliente, una bailarina notable y una actriz dúctil y sensible, que vivió una infancia durísima y se abrió camino en el mundo del espectáculo gracias a su talento y tenacidad.

Nació el 26 de febrero de 1921 en Michigan. Su padre abandonó a la familia cuando ella contaba dos años y su madre, Mabel, intentó sacarla adelante apostando por un negocio clandestino de licores durante la prohibición. Más tarde se trasladaron a Detroit, donde la pequeña Betty ya mostraba sus dotes de cantante para obtener algo de dinero en las calles y los bares que visitaba su madre, atada al alcoholismo. Con 13 años, Betty logró trabajar como cantante en bandas locales que apreciaron la hermosura de su voz. En 1939, viajó a Nueva York en busca de su lugar en las candilejas y logró trabajar en varios cortos musicales para la Vitaphone.

Es entonces cuando la Paramount Pictures le ofreció un contrato cinematográfico. Con 21 años, Hutton debutaba en el musical Rivales por un beso (1942), junto con William Holden y Dorothy Lamour. El éxito crítico es inmediato y la dulzura de su voz enamora, lo que provoca que ruede otro musical en 1942, Fantasía de estrellas, a las órdenes de George Marshall, y dos más en 1943, Happy go Lucky, junto a Dick Powell, y Let's face it, con Bob Hope.

En 1944, Hutton afronta una de sus películas más sobresalientes, The miracle of Morgan's Creek, en la que cambia de registro y abandona el musical por esta screwball comedy dirigida por el maestro Preston Sturges. Un filme en el que mostraba la excepcional actriz que pudo llegar a ser.

La segunda mitad de los años cuarenta sería su momento de esplendor, los años en que fue llamada La bomba rubia; rodaría de nuevo con George Marshall en Diablillos con faldas, sería pareja de Bing Crosby en la magnífica Here come the waves, de Charles Brackett, repetiría con George Marshall en La rubia de los cabellos de fuego, una interpretación memorable en la que encarnó a la reina de los night clubs Texas Guinan y en 1948 llegaría hasta el maestro Mitchell Leisen, con la comedia romántica Dream girl.

Annie get your gun (1950), dirigida por George Sydney, sería su cima popular, un musical de Irving Berlin sobre la vida de Annie Oakley, en el que Hutton hizo el papel que Ethel Merman popularizó en Broadway. En todas estas obras chispeaba con asombrosa naturalidad, llenaba de vida la pantalla y mostraba su talento como artista. Pocos supieron valorarlo como para dejar abiertos más campos interpretativos. El gran Cecil B. de Mille sí lo hizo y le ofreció un personaje inolvidable en El mayor espectáculo del mundo (1952), su película dedicada al circo en la que reunió a estrellas como Charlton Heston, Gloria Grahame y Cornel Wilde. Una de sus últimas grandes interpretaciones.

Hutton estaba un tanto desencantada y, tras casarse con Charles O'Curran propuso a la Paramount que éste la dirigiese en su próximo filme. La productora se negó y Hutton rompió su contrato y se dirigió al mundo de la televisión. The Betty Hutton Show no obtuvo el éxito previsto.

Su carrera se apagaba. Afrontó años de inestable vida amorosa y diversas adicciones. Hollywood abrasaba a otra de sus actrices. Apenas un puñado de producciones televisivas la verían actuar de nuevo.

Betty Hutton en una foto de 1950.
Betty Hutton en una foto de 1950.REUTERS

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