"Hoy sólo podía aspirar a ser segundo"
Alonso reconoce la superioridad de Raikkonen, que afirma haber corrido con mucho margen
Fue un día de debuts en Melbourne del que todos salieron contentos. Debutaba Kimi Raikkonen con Ferrari y logró una victoria que se le resistía desde que la había saboreado en Japón en 2005. Se estrenó también Fernando Alonso con McLaren Mercedes y logró un segundo puesto que, según él mismo, era lo máximo a lo que ayer podía aspirar. Debutó el británico Lewis Hamilton, el primer piloto negro de la F-1, y se bajó de su bólido con una sonrisa de oreja a oreja tras haber logrado una impensable tercera posición. Estuvieron contentos los responsables de Ferrari, porque su coche fue el mejor, y los de McLaren porque, tras varios años de penurias, no podían ni soñar que acabarían con sus dos pilotos en el podio.
Tras la carrera, Michael Schumacher quiso pero no pudo felicitar a Kimi a través del móvil de Todt
Sin embargo, no todo fueron abrazos. Tanto Alonso como Hamilton pudieron certificar ayer que Ferrari les lleva distancia. "No creo que sea mucha", afirma el piloto español. "Pero van por delante de nosotros. El segundo puesto era hoy lo máximo a lo que yo podía aspirar. Por tanto, empezamos con dos podios que son un éxito. Pero durante las próximas cuatro o cinco carreras no podremos cometer ningún error. Y después, hay que esperar que nuestro coche siga evolucionando, que lleguen nuevas piezas y que sigamos avanzando para mantenernos en la lucha por el título".
Para el bicampeón del mundo las cosas no van a ser fáciles. Es la gran esperanza del equipo McLaren, el hombre que lo ha revolucionado todo en la escudería británica, pero va tomando conciencia de que su compañero, Lewis Hamilton, con sólo 22 años, puede convertirse en un peligroso rival. La primera muestra la tuvo en la salida, cuando Hamilton salió del atolladero en que le había metido Kubica -escorado a la derecha-, cambió radicalmente la dirección, voló hacia la izquierda y pasó por delante de Alonso sin contemplaciones en la primera curva. Esto creó una situación incómoda en el seno del equipo, porque algunos de sus miembros no pudieron contener sus emociones en el box y en el motorhome al ver la evolución de su compatriota. Este aspecto se detectó también en la sala de prensa, donde los periodistas británicos, poco acostumbrados ya a tener un piloto puntero, aplaudieron la salida del piloto británico y su tercer puesto final.
"No creo que Hamilton sea el compañero de equipo más fuerte que he tenido hasta ahora", comentó Alonso, cuando se le insinuó esta circunstancia. "He vivido momentos difíciles anteriormente al lado de Jarno Trulli, cuando al principio ganó en Mónaco e hizo más podios que yo, y con Fisichella, que solía comenzar muy bien la temporada. La situación era similar a la que he vivido hoy. Hamilton lo ha hecho muy bien. Lo que espero es que mantenga el mismo nivel toda la temporada".
Durante la carrera, Alonso nunca pudo alcanzar al Ferrari de Raikkonen y en ocasiones vio incluso cómo Hamilton realizaba mejores tiempos que él en el vuelta a vuelta. "Eso último se debió a que le dejaba escapar para evitar el recalentamiento de mi coche por la proximidad de sus gases", explicó Alonso. "Por lo demás, es obvio que Ferrari va un paso por delante de nosotros. En la crono nos pareció que dos o tres equipos podíamos luchar con ellos. Pero en carrera se evidenció que no".
En este sentido, Raikkonen repitió en varias ocasiones durante su conferencia de prensa que en ningún momento había tenido que forzar su coche. "Aunque tuve problemas con la radio y no la pude usar desde el principio de la carrera, lo que es una dificultad, nunca tuve que apretar fuerte", indicó el finlandés. "Siempre tuve conciencia de que si surgían dificultades me quedaba un margen. Las cosas me fueron fáciles y fue la mejor forma de empezar el año en un equipo nuevo y con tantos cambios en el campeonato". Los problemas de comunicación del finlandés prosiguieron tras la carrera. Cuando se dirigía al podio, el director general de la escudería, Jean Todt, le pasó su teléfono móvil. Se suponía que quien deseaba felicitarle era nada menos que Michael Schumacher, el ex piloto y ahora consejero deportivo de Ferrari, pero Raikkonen no logró entender nada y le devolvió rápidamente el móvil a Todt.
La obligatoriedad de utilizar los neumáticos blandos en algún momento -casi todos los pilotos los usaron en su último cambio- no creó dificultades ni modificó las cosas. Esta circunstancia puede incidir más en otras carreras. Pero en la de ayer, a nueve vueltas del final, se produjo un incidente entre Coulthard y Wurz que habría podido dar una opción de victoria a Alonso. El Red Bull del escocés pasó literalmente por encima del capó del Williams de Wurz, con la gran suerte de que los dos coches dejaron la pista limpia. El safety car no tuvo que entrar. Si lo hubiera hecho, los 14 segundos que le llevaba Raikkonen a Alonso habrían desaparecido y en las últimas vueltas se habría visto otra carrera.
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