Moebius
El mejor gag televisivo de los últimos tiempos lo produjo Juan Carlos Ortega la noche triste en que fue obligado a despedirse en Cuatro de La noche americana. Mientras entrevistaba a Nierga y Millás en el plató de Manhattan, conectaba intermitentemente con un tipo encerrado en cabina de cristal que recitaba de corrido, sin sintaxis y sin respirar todos los últimos cotilleos del corazón de la serie Pantoja, los Ordóñez, la Martínez Bordíu, la finca Ambiciones, la factoría Obregón o los también célebres efectos colaterales de la muerte de Rocío Jurado. Como en una cinta sin fin, como en un lazo rosa de Moebius que se muerde la cola, o la bata de cola, y que hoy por hoy articula el audio dominante de la televisión nacional.
También, en honor de la verdad, La Sexta practica los miércoles por la noche en Sé lo que hiciste la última semana el método intransitivo de la cinta rosa de Moebius en el programa que presenta la estupenda Patricia Conde y allí, como en el gag del recitador asintáctico de chismorreos circulares de Juan Carlos Ortega, se demuestra la misma constante televisiva española: todos los grandes o pequeños cotilleos españoles son parientes. Sea en grado consanguíneo, virtual ligue paparazzi o follaje real. Aquí ni siquiera rige la fórmula universalmente aceptada de los seis grados de separación. Es mucho menos. Basta que durante la noche coincidas en la barra con un famoso mientras tomas una copa, para que al día siguiente seas indefectiblemente contagiado por el virus de la famosería patria (pura magia simpática) y entres a formar parte, si no tienes cuidado, en la rueda suicida del cada día más intransitivo chismorreo patrio.
Lo resumió perfectamente la muy accesible Nuria nosequé, la ex de un reality, en el último show de Cantizano (Antena3): qué culpa tengo yo de ser famosa, estar buena, follar bien, saber tanto de la vida secreta de Ambiciones, incluidos los choriceos de Belén Esteban, y excitar la libido decadente de los atacantes del Real Madrid a través de las feromonas de Roberto Carlos. Pura cinta de Moebius.
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