El valor del fenómeno Alonso
Mientras la escudería Renault ha perdido patrocinadores y opciones al título, la llegada del asturiano a McLaren sitúa al equipo británico en la senda del éxito
De un año a otro las cosas han cambiado sobremanera para el equipo Renault y para la escudería McLaren Mercedes. Hace sólo 365 días, Renault comenzó el Mundial de fórmula 1 con un título colgando en su espalda y con un coche que no tenía rival dentro de la pista. Mientras tanto, la escudería británica mantenía un debate irresoluble entre las prestaciones y la fiabilidad de su coche que no presagiaba nada bueno. Al final del curso, Renault había conquistado su segunda corona consecutiva de pilotos y marcas, y McLaren concluyó el año sin haber sumado ninguna victoria por primera vez en los últimos 10 años.
Esta vez las tornas se han cambiado. Mientras McLaren-Mercedes ha cuadrado un coche que parece capaz de volver a ganar carreras, e incluso el título mundial, Renault ha tenido serias dificultades toda la pretemporada para resolver sus problemas con los neumáticos Bridgestone. De hecho, no consiguió llevar ayer a Giancarlo Fisichella, el primer piloto de la escudería francesa, más que a la sexta posición de la parrilla de salida, por detrás del Ferrari de Kimi Raikkonen, los McLaren de Fernando Alonso y Lewis Hamilton -segundo y cuarto- y los BMW Sauber de Nick Heidfeld y Robert Kubica. El año pasado, Renault hizo la pole position en seis de las nueve primeras carreras y ganó siete de ellas. Parece casi imposible que esta temporada la historia se repita. El título mundial, aparentemente, ha dejado de ser cosa de ellos para convertirse en un asunto entre McLaren y Ferrari.
Hasta este punto está resultando desequilibrante el fenómeno Fernando Alonso. La marcha del piloto español de Renault no sólo ha creado un vacío en el equipo, sino que ha supuesto una merma importante en el patrocinio de la escudería y en la cohesión interna. Al menos dos anunciantes tan importantes como Telefónica y la Mutua Madrileña se cayeron del bólido azul y amarillo. Y, muy probablemente, el Banco de Santander se habría sumado al proyecto de Flavio Briatore si el asturiano hubiera seguido con ellos. Todos viajaron a McLaren. Al margen, había algunos acuerdos con otros patrocinadores que Renault no pudo cumplir por la baja de Alonso. "Evidentemente, no contar con Fernando fue un golpe importante", reconoció el propio Briatore. "Pero creo que el equipo no sólo ha superado el impacto, sino que se ha consolidado a todos los niveles. Tal vez no estemos ahora tan bien como el año pasado en el inicio de la temporada, pero sabemos cómo evolucionar este coche. Y lo haremos".
Lo que ha perdido Renault es básicamente el valor que supone todo el fenómeno Alonso. No sólo por el hecho de haber ganado dos títulos mundiales consecutivos, sino por la explosión mediática que aporta y, fundamentalmente, porque es un piloto que se implica absolutamente en cualquier proyecto que asume. Fisichella y Kovalainen son dos grandes pilotos, pero carecen del nivel de constante exigencia de Alonso con el equipo. "Lo que más le distingue es que es un ganador y un inconformista. Siempre quiere y exige más", afirma Pedro de la Rosa, piloto probador de McLaren. En este sentido, se asemeja al Michael Schumacher que ganó cinco títulos consecutivos con Ferrari hasta alcanzar los siete con que coronó su carrera. Los dos fueron los faros que alumbraron a sus respectivos equipos hasta convertirlos en campeones del mundo.
Y este espíritu es el que Alonso ha aportado a su nuevo equipo, McLaren-Mercedes. ¿Es su llegada la única razón de un cambio tan radical en la escudería de Ron Dennis? No. El equipo ha sufrido una gran remodelación en imagen con la incorporación de su patrocinador principal, Vodafone, y con la juventud aportada tanto por Alonso como por el segundo piloto, Lewis Hamilton. Pero es incuestionable que la presencia de Alonso es uno de los factores clave en el cambio de dinámica que se ha producido esta temporada. "Hay muchos mecánicos e ingenieros en el equipo que han trabajado con otros campeones del mundo", explica Martin Whitmarsh, director general de McLaren. "Pero hay algo que distingue a Alonso de todos los demás. Cuando le miras a los ojos, ves que tiene confianza y que cree en el proyecto. Tiene la mirada de alguien que está convencido de que ganará más títulos mundiales. Y esto resulta tremendamente excitante".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.