El Mallorca rompe al Betis en el arranque
Con dos goles en los dos primeros minutos de partido, el Mallorca protagonizó ayer uno de los inicios más fulgurantes que se recuerdan en la historia de la Liga. Incrédulos, los aficionados tardones que aún no se habían acomodado en sus asientos se frotaban los ojos mirando el marcador electrónico. Mientras tanto, Luis Fernández enloquecía en la banda, abroncando a sus obnubilados jugadores con una frenética coreografía de gritos y gestos recriminatorios.
No era para menos. En un suspiro, el Betis se había dejado marcar un par de goles prácticamente calcados: saque de inicio en el círculo central, internada por el flanco derecho, córner, balón al área y gol. Los dos saques de esquina los sirvió al milímetro Ariel Ibagaza, enorme en su partido número 200 como jugador del Mallorca. El primero lo cabeceó a la red Pereyra, y el segundo lo remató Arango tras el rechace del meta Doblas.
MALLORCA 2 - BETIS 0
Mallorca: Moyà; Varela, Ballesteros, Nunes, Navarro; Jonás, Pereyra, Ibagaza (Tuni, m. 79), Jankovic (Basinas, m. 45); Víctor (Maxi López, m. 85) y Arango. No utilizados: Prats; Héctor, Ramis, Basinas y Tristán.
Betis: Doblas; Ilic, Melli, Juanito, Vega; Assunçao, Arzu, Capi (Miguel Ángel, m. 58), Pancraté (Sobis, m. 26) (Fernando, m. 45); Edu y Robert. No utilizados: Contreras; Rivas, Caffa, Xisco y Juande.
Goles: 1-0. 54 segundos. Pereyra cabecea un saque de esquina. 2-0. M. 2. Arango aprovecha un rechace tras otro córner.
Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Melli, Varela, Vega, Ibagaza y Moyà.
19.000 espectadores en el Ono Estadi.
Los sevillanos habían llegado a la isla con la vitola de mejor equipo de la segunda vuelta (con catorce puntos logrados) y con una carrerilla de nueve partidos consecutivos -o lo que es lo mismo, desde la llegada al banquillo de Luis Fernández- sin conocer la derrota. El entrenador francés, dispuesto a prolongar la buena racha, alineó un once ambicioso para frenar a un Mallorca irregular pero muy solvente en casa en los últimos tiempos. Efectivamente, con su avasallador arranque los de Gregorio Manzano multiplicaron su confianza como locales y encasquetaron al Betis la tremenda papeleta de afrontar prácticamente todo un partido con una desventaja de dos tantos.
Los verdiblancos, no obstante, no se arrugaron y, una vez recobrado el aliento, abrazaron la única opción que tenían: echarse hacia adelante. Aunque, cuando lo lograron, les falló la puntería de forma clamorosa. Tras uno de sus quiebros, Edu, revoltoso por la izquierda, pudo asistir a Pancraté, quien, en vez de empujarla adentro, la despejó incomprensiblemente. También Capi desperdició un mano a mano con Moyà.
Pese a los sustos, la diferencia cobrada de inicio acabó siendo decisiva, y al Mallorca le bastó con dedicar sus esfuerzos a gestionarla con calma para llevarse al saco tres puntos fundamentales para la permanencia.
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