La dirección de Unió hará lista en Vic en contra del criterio del comité local
UDC llevó a 23 inmigrantes con un solo mes de militancia a votar en la asamblea de Balaguer
La dirección catalana de Unió Democràtica (UDC) está dispuesta a aguantar el pulso con el comité local de Vic (Osona) y batallará por presentar candidato en esta ciudad tras la repentina dimisión del histórico alcalde Jacint Codina, publicitada oficialmente ayer. La cúpula de Unió ya tiene incluso candidato para encabezar la lista. Se trata de Josep Arimany, un médico de la población, que se ha ofrecido voluntariamente como alcaldable.
Codina decidió presentar su renuncia después de que la dirección de Unió no le respaldara en su conflicto con sus socios de Convergència, que querían imponerle a los miembros de la candidatura.
Frente al criterio del comité de Vic, que apuesta ahora por boicotear la lista de CiU, la cúpula democristiana opina que no puede permitirse tal posibilidad y dejar unilateralmente en manos de Convergència la confección de la totalidad de la candidatura.
Pero la actitud de la dirección ha dejado muy mal sabor de boca entre la militancia democristiana en la capital de Osona, que la considera una ruptura de un acuerdo entre ambas partes. Según fuentes locales de UDC, la cúpula de Unió avalaba que si Codina no encabezaba la lista, ningún militante concurriría a las elecciones y, por tanto, Convergència coparía todos los puestos. La sorpresa llegó ayer cuando Unió emitió un comunicado en el que lamentaba que Codina no hubiese "agotado el proceso de negociación" con los convergentes, es decir, hasta el 23 de abril, fecha límite para la presentación legal de candidaturas.
La ejecutiva de UDC prevé encontrar una salida satisfactoria a este conflicto en la reunión que mantendrá el próximo lunes. Pero sea cual sea la solución, las fuentes consultadas ya dan por sentada una debacle de los nacionalistas en Vic, una ciudad históricamente en manos de CiU. Fuentes de la dirección creen que Codina ha tomado una decisión unilateral y que, de ninguna forma, podían rechazar los candidatos de Convergència, tal como estipulan los acuerdos de federación.
La de Vic no es la única disputa que mantienen abierta los dos socios. Las direcciones de Unió y de Convergència tendrán que designar al alcaldable de Balaguer (Noguera) después de que en la asamblea de militantes ningún candidato obtuviera el 70% de los votos. El convergente Josep Maria Roigé ganó por nueve votos a la democristiana Glòria Pallé, informa Lluís Visa.
La asamblea resultó polémica porque se comprobó que en la lista de afiliados de Unió figuraban 23 inmigrantes de origen rumano y magrebí que apenas llevaban un mes de alta en el partido. Algunos incluso tuvieron que demostrar que están empadronados en Balaguer para votar.
En Igualada, también ganó el cabeza de lista de CDC, pero por un reducido margen de siete votos. El convergente Marc Castells encabezará la lista, que será paritaria con sus socios democristianos y además podrán designar al portavoz municipal. El candidato de Unió, Quim Romero, con toda seguridad no formará parte de la lista tras la derrota sufrida.
Tránsfuga en Tarragona
Por su parte, el ex concejal de Convergència que la semana pasada se dio de baja del partido en Tarragona, Agustí Mallol, confirmó ayer que apoyará al candidato del PSC, Josep Fèlix Ballesteros, en la próxima campaña electoral. Mallol, que ha sido concejal de Medio Ambiente desde las primeras elecciones que ganó el alcalde Joan Miquel Nadal (1991), aseguró ayer: "[Seguiré] trabajando en lo que a mí me gusta", aunque no como edil, ya que subrayó que no formará parte de ninguna candidatura, informa Oriol Aymí.
El ex convergente, que comenzó como independiente, ha pactado con los socialistas, en el caso de que Ballesteros arrebate a CiU la única capital de provincia que mantiene, su designación en algún cargo de responsabilidad en la gestión municipal. La marcha de Mallol ha desatado una nueva crisis política en el Ayuntamiento de Tarragona, en donde CiU y el PP gobiernan ahora en minoría. Esta decisión provocó que dos ex concejales del PP, que seguían con atribuciones de Gobierno pese a haberse dado de baja del partido, también fueran expulsados del equipo de gobierno.
El concejal tránsfuga, que ayer ofreció una conferencia pública, justificó su decisión por haber perdido la ilusión que le llevó a implicarse en la lista de Joan Miquel Nadal, sentimiento que ahora no comparte con Joan Aregio como candidato de CiU.
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