"Ha sido tremendo, trepidante y abrumador"

Andrés Palop fue el verdadero protagonista de la noche que el sevillismo vivió ayer. El valenciano aprovechó la última jugada de la eliminatoria para empatar la misma. No es infrecuente ver al portero sumarse al último remate en una acción en la que se suele mezclar desesperación y rabia. Lo que ya no es tan frecuente es que metan gol. Y Palop lo hizo. "Decidí yo mismo ir a rematar", explicó el portero. "Sabía que cada uno de ellos tendría su marca y que el portero podía sorprender. El centro venía tocado por la mano de Dios. Pensé: 'tiene que ser gol, nadie ha saltado, estoy solo'. Ha sido tremendo, trepidante e increíble. Estoy abrumado".

"Fue una jugada a la desesperada, un recurso que se suele utilizar en momentos de desesperación", coincidió Juande Ramos, técnico del Sevilla. "El equipo tuvo que arreglar antes la eliminatoria, pero en el gol de Palop sí que tuvimos la fortuna que antes faltó", continuó.

No fue la única victoria de Palop en el día de ayer. Uno de dos hijos, según informó Ramos en la rueda de prensa posterior al encuentro, abandonó ayer el hospital en donde había permanecido varios días. "He felicitado a Palop", explicó Ramos. "Además, le dije antes del partido que le llevara a su hijo el regalo de la eliminatoria, ya que ha estado una semana enfermo en el hospital, y se lo ha llevado además con un gol suyo incluido", desveló el técnico manchego.

"Ha sido una semana difícil", reconoció el portero. "Por eso se lo dedico a mis pequeños. Lo estaban escuchando por la radio y se han puesto como locos cuando han oído '¡gol de Palop!"

La historia de Palop en el Sevilla es de una verdadera resurrección. Valenciano valencianista fue un jugador tan querido por los aficionados como poco utilizado por sus entrenadores. La competencia con Cañizares llegó a hacer que casi nadie de fuera de Valecia se acordara de aquel portero joven que deslumbró con el Villarreal en el Camp Nou. Pero en el Sevilla está Monchi, que a sus ojos y los de su equipo suma el de haber sido portero en su época de futbolista. "Cuando sea mayor, yo quiero parar como Palop", bromeó al poco de la llegada del valenciano a Nervión.