Precedentes portugueses
Sa Pinto, que encabeza una lista de castigos a jugadores lusos, fue inhabilitado un año por la FIFA, como ahora tres jugadores en Ecuador
La UEFA solicitará a la FIFA extender "a escala internacional" la sanción a Navarro, "de modo que se aplique a cualquier competición de fútbol, incluyendo las Ligas y los encuentros de las selecciones nacionales". Según la reglamentación de la FIFA, los castigos referentes a partidos han de ser cumplidos en la misma competición en que el futbolista ha cometido la infracción. En cambio, las sanciones de tiempo pueden ser extensibles a todo tipo de torneos. Es lo que pide la UEFA para Navarro. "En los casos más graves se puede extender la sanción. Estudiaremos la información de la UEFA y las leyes deportivas", afirmó ayer un portavoz de la FIFA. El Valencia tiene motivos para echarse a temblar y esperar una inhabilitación total para el defensa, según unos antecedentes que afectan sobre todo a jugadores portugueses.
En marzo de 1997, el delantero Sa Pinto, del Sporting de Lisboa, propinó varios puñetazos y patadas al seleccionador portugués, Artur Jorge, y a su ayudante, Rui Aguas, tras una discusión a la salida de un entrenamiento. Según Pinto, Jorge le llamó "hijo de puta" al no convocarle para un encuentro con Portugal y el futbolista le agredió con furia. La federación portuguesa le castigó con 12 meses sin jugar y la FIFA extendió el castigo a cualquier competición oficial. La Real Sociedad aprovechó la devaluación del jugador para ficharlo por tres millones de euros el verano siguiente en espera de una amnistía que redujera su castigo. Pero no hubo perdón para Sa Pinto, que pasó una temporada completa sin jugar y no debutó hasta el 30 de agosto de 1998, en la primera jornada de la Liga, contra el Oviedo.
Como entonces Sa Pinto, tres futbolistas del Liga de Quito, en Ecuador, cumplen actualmente un año de sanción por su participación en una gran tangana entre jugadores del equipo de la capital y del Barcelona de ese país en diciembre de 2006. La federación nacional impuso un año de sanción al ecuatoriano Delgado, el peruano Palacios y el paraguayo Espínola y solicitó a la FIFA la extensión del castigo a todo tipo de competiciones. El organismo internacional aprobó a finales de febrero la petición, por lo que los tres siguen sin poder jugar. La FIFA ratificó las sanciones a once jugadores por los incidentes del encuentro. El resto de las penas oscilan entre dos y cuatro meses.
La clasificación de los más castigados la continua el brasileño Zé Elías, del Olympiakos, suspendido por diez meses en competiciones europeas por zarandear e insultar en noviembre de 2000 al árbitro que dirigió el partido del conjunto griego contra el Lyon en la Liga de Campeones.
La lista sigue con más futbolistas portugueses. Abel Xavier, entonces jugador del Everton; Nuno Gomes (Benfica) y Paulo Bento (Oviedo) fueron sancionados con nueve, ocho y seis meses de suspensión, respectivamente, por empujar, golpear, arañar y escupir al árbitro y uno de los asistentes del Portugal-Francia en las semifinales de la Eurocopa de Bélgica y Holanda 2000. El colegiado pitó un penalti en la prórroga (minuto 116) a favor de Francia y los portugueses le acorralaron a él y sus auxiliares tras el gol de oro de Zidane. Las sanciones se aplicaron únicamente en las competiciones internacionales. La federación portuguesa fue condenada a pagar 120.000 euros por las agresiones. Las suspensiones a Nuno Gomes y Paulo Bento fueron reducidas un mes a ambos, pero no el castigo a Abel Xavier.
En el Mundial de Corea del Sur y Japón 2002, su compatriota João Pinto, del Sporting de Lisboa, atizó un puñetazo en el estómago al árbitro argentino Ángel Sánchez después de que éste le expulsara en los octavos de final ante el cuadro surcoreano. Pinto fue castigado con seis meses y la FIFA extendió la sanción a todas las competiciones. Las alegaciones permitieron reducir la suspensión al ex atlético a cuatro meses.
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