"La bolsa que vi en el tren, si no era la misma, era el alma gemela de la desactivada"
La mochila de Vallecas, la única de las 13 del 11-M que pudo ser desactivada, debutó ayer en el juicio, aunque de forma indirecta. La cuestión que se planteó, una vez que por fin se ha entrado en los trenes durante la vista oral, es si las bolsas o mochilas que vieron cinco testigos que declararon ayer se parecían o no a la desarmada en el parque Azorín. Uno de los testigos, que identificó a Jamal Zougam como la persona que le empujó mientras colocaba bajo el asiento una "bolsa de deportes azul-verdosa", no tuvo dudas: "Me enseñaron en comisaría la foto de la bolsa
y, si no era la misma bolsa que yo vi en el tren, era su alma gemela... Era muy similar a la que vi esa mañana", aclaró.
La mochila y sus parecidas hicieron que la defensa de Zouhier y la letrada que representaba a la AVT y la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M preguntaran exactamente lo mismo: ¿De qué color era la mochila? ¿Era bolsa o mochila? Hubo respuestas varias. Azul era, quedó claro. Pero unos dijeron que azul clarito, otra del color de la bandera de la UE, azul verdoso, celeste, gris, marrón, "una composición de colores"... Y unos vieron bolsa y otros mochila. Hubo unanimidad en que parecían "pesadas".
"Llevaba mucho dentro porque pesaba y le costó meterla debajo del asiento", aseguró el testigo que la consideraba idéntica a la de Vallecas. "No era grande, pero era algo pesada, se notaba que pesaba, y tenía dentro algo de forma redonda". Incluso una joven de un país del Este, que resultó herida en los trenes, tuvo una extraña conversación con su amiga Yinka a vueltas con la mochila. "Mi amiga me dijo, 'mira, se ha dejado la comida y se ha bajado del tren', y yo le contesté 'puede ser una bomba'. Ella me contestó 'no, no va a ser una bomba". Yinka falleció en la explosión.
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