Rajoy suspende otro acto del PP para encabezar una manifestación en Navarra

Los alcaldes del PP no ganan para sustos. Por segunda semana consecutiva, su líder, Mariano Rajoy, les ha obligado a trastocar su agenda por una manifestación. Esta vez en Pamplona. La prioridad de la presión política contra el Gobierno ha podido, y Rajoy ha retrasado de nuevo el relevante acto interno de presentación de candidatos municipales para acudir a una protesta convocada por el Gobierno navarro "para decir que Navarra es España", según el líder. Exultante tras la marcha del sábado, Rajoy se emocionó al recordarla: "Fue lo más bonito que he visto en mi vida política. Fue hermosa".

Rajoy multiplica su protagonismo. Ayer, como hizo la semana pasada, decidió ser él, y no su número dos, Ángel Acebes, quien compareciera ante los medios -algo relativamente excepcional- para gestionar la resaca informativa de la manifestación del sábado. Y además, anunciar que no va a ser la última, porque esta misma semana encabezará de nuevo otra, convocada por el Gobierno navarro (UPN, marca del PP, y CDN).

La comunidad foral es uno de los objetivos principales del PP para las próximas elecciones, ya que este partido teme perder allí la mayoría absoluta, lo que abriría la puerta a un Gobierno del PSOE con los nacionalistas. Todas las encuestan dan esta opción como la más probable y en el PP se han disparado las alarmas.

Rajoy aseguró que acudirá a una protesta que, según señaló, "no es de partido", porque la convoca el Ejecutivo navarro. El PP sostiene que la situación jurídica de Navarra está en juego, a pesar de la Constitución impide, como es lógico, cualquier modificación que no sea aprobada por los navarros en referéndum. Rajoy dibujó una situación dramática: "Hay un intento de anexión de Navarra por parte de los grupos que han tenido conversaciones con el Gobierno. Esta es "una reivindicación clásica del mundo etarra, de Batasuna, de ETA y de todos quienes les ayudan y les apoyan y de parte de muchos partidos nacionalistas. Por eso acudiré con una representación muy importante del PP. Estaremos allí como unos ciudadanos más, defendiendo que Navarra sea Navarra y no una cosa distinta de lo que quieren los navarros que sea". "Navarra es uno de los asuntos más importantes que se han puesto encima de la mesa", insistió Rajoy, para concluir que el sábado defenderá algo que, en su opinión, está puesto en cuestión: "Que Navarra es España".

La entronización como líder indiscutible de su partido, al menos en este momento, que supuso la protesta del sábado en Madrid, en la que hasta el escenario estaba diseñado para que sólo él brillara en lo alto de la plaza de Colón frente a un público entregado que le seguía desde abajo, sobre el asfalto, ha hecho mella en Rajoy. Tanto que ayer, más que analizar políticamente el efecto de la manifestación del sábado en Madrid, a la que acudieron 340.000 personas, según cálculos de EL PAÍS, Rajoy explicó ante los periodistas sus sensaciones personales, algo a lo que no acostumbra un hombre reservado y tímido como él.

"Estoy enormemente contento. Fue una manifestación serena, tranquila, pacífica y hermosa. Ha servido para que yo asuma el lema, España, por la libertad, no más cesiones a ETA. Defenderé la unidad de la nación española". "No hubo crispación", insistió, "allí no había división, la gente, muy distinta, estaba unida. Fue una de las cosas más bonitas que visto en mi vida política. Pasará a la historia".