_
_
_
_
MIRADOR
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Algo falla

Bien sea la ley o bien la rigidez de quien la aplica, pero algo falla cuando se sostiene que el abuso sexual a bebés no constituye violencia o intimidación. Ésa ha sido la tesis de la fiscal en el sumario abierto contra cuatro jóvenes acusados presuntamente de un delito reincidente de abusos carnales a niños menores de uno y dos años y de grabar en vídeo las acciones para difundirlas después a través de Internet.

La postura de la acusación en el llamado caso Nannysex ha suscitado, con bastante lógica, irritación de representantes de asociaciones de defensa de menores, juristas y padres de familia en general. Los cuatro jóvenes, varios de los cuales han confesado haber sufrido abusos sexuales durante su infancia y haber recibido tratamiento psicológico para frenar su adicción pedófila, fueron detenidos en mayo de 2005 después de que Interpol descubriera fotografías y vídeos que circulaban en la Red y conocer que el material procedía de España.

Es posible que el ministerio público se haya ajustado a la aplicación estricta del Código Penal, que exige desde 1995 que haya "violencia o intimidación" para que exista violación. El anterior, de 1973, consideraba violación tanto las agresiones sexuales con violencia o intimidación como las cometidas contra menores de 12 años o "personas privadas de razón y sentido". No hay por qué dudar de la buena intención de la fiscal, pero su interpretación exacta de la ley casa mal con el sentido común. ¿Acaso un bebé tiene capacidad de discernir en un acto de agresión sexual o en cualquier otro de comportamiento individual? ¿No hay intimidación ni violencia en tal acto debido a que el agredido carece de voluntad? Es difícil de entender esta aberración jurídica.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_