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Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

El agente que revisó la Kangoo no vio nada que apuntara a ETA

Un experto en ETA de la Brigada Provincial de Información de Madrid, el primer agente antiterrorista que revisó la furgoneta Renault Kangoo hallada en Alcalá de Henares, descartó el mismo 11 de marzo de 2004, hacia a las 11.00, que hubiera sido utilizada por ETA. "Yo no vi en ella el modus operandi de la banda, porque la matrícula no estaba falsificada, las puertas no habían sido forzadas, como lo hacen los etarras, y no tenía en su interior un artefacto explosivo para borrar huellas".

En realidad, el experto la miró por fuera, a través del parabrisas, y lo único que vio fue que en el habitáculo "había muchas cosas, y que estaban revueltas". El agentefue comisionado para revisar la furgoneta tras conocer que Luis Garrudo, portero de una finca de la calle del Infantado, había visto a tres sospechosos muy abrigados y con mochilas junto a una furgoneta aparcada ante la estación de trenes de Alcalá. Lo primero que hizo el funcionario 57.858 fue "una inspección ocular externa, por los cristales" para buscar pistas: "Busqué un elemento de entidad, un artefacto explosivo para borrar huellas, si estaba forzada la puerta o si las matrículas estaban dobladas", es decir, falsificadas. Como nada de eso existía, concluyó que "no se daban los elementos exteriores de ETA". Pese a eso, siguió investigando si había pistas de ETA.

Muchas cosas revueltas

La furgoneta fue luego revisada por un perro especialista en desactivación de explosivos, que desde el exterior no apreció nada. El portón trasero fue apalancado por otro policía y el perro olisqueó la parte de carga, pero tampoco detectó explosivos. El agente aclaró luego que cuando miró por delante vio que había "muchas cosas y estaban revueltas". En la furgoneta, bajo el asiento del conductor, fue hallado, en la inspección hecha en la sede central de la policía, un trozo de Goma 2 ECO del tamaño de una moneda de dos euros dentro de una bolsa de plástico que también contenía detonadores y una huella dactilar del huido Daoud Ouhnane.

El policía fue entonces a la estación de Alcalá para comprobar las cintas del sistema de vídeo-vigilancia. "El sistema de grabación estaba anulado. Se podía ver en directo pero no se grababa nada", declaró. Después interrogó al portero de la finca de la calle del Infantado, quien dio detalles de la altura, la ropa y poco más sobre las tres personas con bufanda y gorra que bajaron con mochilas de la Kangoo. "Al principio dijo que le pareció que eran de países del Este, pero luego no lo dijo en su comparecencia". El policía no supo aclarar por qué Garrudo no refirió ese particular ni si él mismo lo comunicó a otros compañeros.

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