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Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones: vuelta de los octavos de final

La furia de Van Bommel

El ex barcelonista, trabajador a destajo en el centro del campo, gran baza del Bayern

El centrocampista holandés Mark van Bommel se ha convertido poco a poco en el líder del centro del campo del Bayern de Múnich y en la principal baza del campeón alemán para eliminar al Madrid. Su gol, que supuso el 3-2 en el estadio Bernabéu, devolvió al Bayern la esperanza de superar la eliminatoria. Sus pescozones de aquella noche a Podolski y los cortes de manga posteriores al tanto han confirmado al ex centrocampista del Barça en el papel de caudillo indiscutible del Bayern.

El ascenso de este holandés patoso, que no consiguió llegar a titular en el Barça, a figura del Bayern puede considerarse sintomático de las penurias del fútbol alemán actual. Van Bommel se ha convertido en el sustituto de Ballack en la línea medular del cuadro muniqués. El único parecido entre ambos es la cantidad de patadas que reparten, una cifra similar a la que en pasadas temporadas distribuía el hoy centrocampista del Chelsea. En un Bayern desorientado y en búsqueda de un líder, Van Bommel ha sabido llenar ese vacío de poder. En su día, incluso se enfrentó al técnico posteriormente destituido Felix Magath, discute con los árbitros y riñe sin compasión a sus compañeros. En la ida contra el Madrid, las cámaras de televisión mostraron unas imágenes en las que casi agredía al indolente Podolski.

En la ida, en el Bernabéu, dio varios pescozones al delantero Podolski por su indolencia
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El nuevo entrenador del Bayern, Ottmar Hitzfeld, se muestra contento de contar con alguien capaz de dar un puñetazo en la mesa. Recién regresado a Múnich, Hitzfeld se encontró con un equipo amodorrado y dijo que echaba de menos que Kahn rompiera a golpes la puerta del vestuario. El portero va camino de convertirse en un león herbívoro y ya ni siquiera parece tener energía para armar la bronca a sus centrales, que le dejan vendido un partido tras otro. Van Bommel, en cambio, parece rebosar testosterona. No se conforma con freír a patadas a los contrarios, sino que todavía le queda energía para casi agredir a sus compañeros. Hitzfeld se felicita de contar con un líder agresivo y espera que consiga la mezcla adecuada. Su compatriota Makaay, que lo conoce bien, asegura que Van Bommel va hasta el límite para ganar un partido. A su vez, el director deportivo del club, Uli Hoeness, opina: "Mark es un profesional, pero no debe exagerar".

Van Bommel no tiene el juego de cabeza de Ballack ni su acierto en el tiro a puerta, pero ocupa una posición más retrasada que le hace más eficaz en el juego defensivo. En 20 partidos desde que debutó en la Bundesliga ha marcado cuatro goles. En esto sí se parece al Ballack de esta temporada, que se mueve cual alma en pena por las verdes praderas de la Premier League y se ha convertido en el hazmerreír de la prensa amarilla británica. Sólo sigue de titular en el Chelsea por la cabezonería del entrenador, José Mourinho. En el Bayern, Van Bommel ha llegado a ser el amo del centro del campo gracias a un trabajo de auténtico estajanovista del balón que sube, baja y abarca una enorme cantidad de metros cuadrados. En pocos minutos, el holandés es capaz de salvar un gol en el área propia y subir a rematar y marcar en la portería contraria. Todo ello, con un fútbol tosco y sin que pueda saber de antemano si su tiro a puerta entrará, como el segundo del Bayern en Madrid, o se irá al segundo anfiteatro.

Para el partido de esta noche algunos comentaristas alemanes han apuntado la posibilidad de que Van Bommel se convierta en blanco de las agresiones de los futbolistas del Madrid como respuesta a los cortes de manga del Bernabéu. El jugador se justificó con presuntas cuentas pendientes con el Madrid desde sus días en el Barça. Los centrocampistas del Madrid harían muy bien en no caer en las provocaciones de Van Bommel si no quieren ver en peligro sus tobillos. Al mismo tiempo, deberán evitar que chute a puerta desde media distancia con la tranquilidad con que lo hizo en el Bernabéu. Podría equivocarse y marcar de nuevo.

Van Bommel y Hitzfeld, en la sesión de ayer.
Van Bommel y Hitzfeld, en la sesión de ayer.ASSOCIATED PRESS

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