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Las empresas del Ibex registran una deuda récord de 215.220 millones

Los compromisos aumentaron un 66% en 2006 por las compras

David Fernández

Empeñadas como nunca en la historia. Así están las principales empresas cotizadas españolas. Al cierre del ejercicio 2006, el endeudamiento conjunto de las compañías no financieras del Ibex 35 alcanzó los 215.220 millones de euros, lo que supone un incremento del 66,4% sobre el año anterior. La agresiva política de adquisiciones de los últimos años ha creado grupos más grandes y con mayores beneficios, pero también ha disparado sus compromisos financieros. Los expertos no ven peligrar la solvencia de las empresas.

La relación entre la deuda y las compañías es una historia pendular. De amor y odio. A finales de la década de los noventa se puso de moda crecer mediante deuda. Era más atractivo que repartir dividendo o ampliar capital. O al menos así se alentaba desde los bancos de inversión. El estallido de la burbuja tecnológica y los escándalos contables como el de Enron echaron por tierra esta teoría. Se impuso entonces una carrera veloz por adelgazar los balances. La obsesión llegó hasta 2004, cuando la fuerte caída en los tipos de interés volvió a hacer atractiva la deuda para ganar tamaño.

El gusto por endeudarse se mantiene, de momento, y acaba de alcanzar una cifra histórica: 215.220 millones. Ésos son los compromisos financieros conjuntos que habían contraído a 31 de diciembre pasado las compañías del Ibex 35, un 66,4% más que en 2005, según los datos remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

El reguero de compras de otras compañías o la toma de paquetes significativos explican este fuerte repunte. O2, BAA, Gecina, Jolly, Eiffage o Sanef son tan sólo algunos de los nombres más significativos entre las adquisiciones realizadas en el exterior. En España basta recordar todos los movimientos de las constructoras en empresas energéticas.

En términos absolutos, la empresa española más endeudada es Telefónica. La adquisición de la británica O2 en noviembre de 2005 ha situado su deuda en 52.145 millones, un 73% más que el año anterior. Le sigue Ferrovial. La compra de BAA, el mayor gestor aeroportuario del mundo, provocó un incremento de su deuda neta hasta los 32.818 millones. El bronce le corresponde a Endesa, con 19.840 millones, un 8,5% más, pero seguida muy de cerca por Sacyr Vallehermoso (SyV). La entrada de la constructora en Repsol YPF, donde es ya el primer accionista con el 20% del capital, ha duplicado su deuda en un año, situándola en 18.357 millones.

Los expertos, no obstante, explican que para calibrar el grado de solvencia de una compañía no basta sólo con mirar la deuda. Hay que compararla con otras partidas. La más utilizada es dividir por el beneficio bruto de explotación (Ebitda). El resultado vendría a indicar el número de años que se necesitarían para limpiar el balance con el flujo de caja actual.

Con los datos de Ebitda de la consultora Factset, resulta que Telefónica no es la compañía más apalancada. Su deuda supone sólo 2,7 veces su Ebitda (la teleco tiene un compromiso de mantener el ratio por debajo de 2,5 veces "en el medio plazo"). Encabezaría esta clasificación SyV, con una deuda que es 16,6 veces su beneficio operativo, seguida de Cintra, Metrovacesa, Ferrovial, Acciona y ACS. Es decir, las empresas del ladrillo.

Endeudarse ha sido la tónica común entre las empresas del Ibex 35. Pero no todas han seguido esta tendencia. Un reducido grupo (Gas Natural, Gamesa, Fenosa, REE, Altadis, Repsol y Sogecable) redujeron sus compromisos en 2006. Son más difíciles de encontrar aquellas que tienen una posición de tesorería positiva. Iberia, Inditex y Telecinco están entre estas sociedades.

El tirón de los resultados

A pesar del repunte de la deuda, los expertos tampoco ven que sea algo insostenible. Argumentan que el tirón de los resultados amortigua la carga. De hecho, el ratio deuda / Ebitda del Ibex se mantiene en niveles razonables: 3,5 veces frente a las 2,5 del año anterior. La generación de caja de las compañías goza de buena salud, como demuestra el hecho de que en 2006, pese al repunte del endeudamiento, se volviera a batir un récord en el pago de dividendos.

"Se han alcanzado niveles de deuda importantes, pero no creo que se dé una subida de tipos tan brusca como para poner en peligro la solvencia. Eso sí, muchas compañías han llegado a su tope de endeudamiento, lo que limita su capacidad de inversión y crecimiento", sostiene Alberto Roldán, analista de Inverseguros.

Entre las compañías con calificación crediticia (constructoras e inmobiliarias no tienen esta calificación porque se financian sólo mediante crédito bancario), Repsol YPF es la que peor nota tiene. Aunque está rebajando su endeudamiento, se mantiene aún a sólo dos escalones del bono basura, según la escala de Standard & Poor's.

Y es que éste es el cuarto año consecutivo de beneficios récord para las empresas cotizadas españolas. En 2006, las ganancias conjuntas de las compañías incluidas en el mercado continuo alcanzaron los 55.170 millones de euros, cifra que representa un incremento del 24,7% con respecto al ejercicio anterior. El crecimiento es mayor en las empresas del Ibex (31%), mientras que en el resto de compañías la mejora es más modesta, un 7%.

Hay tres claves que explican este buen comportamiento: la buena marcha del negocio orgánico, el mayor tamaño de las sociedades gracias a una agresiva política de adquisiciones, y el apunte de ingresos extraordinarios por determinadas desinversiones.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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